En Tulsa, Oklahoma, va contra la ley abrir una botella de soda sin la supervisión de un ingeniero con tÃtulo.
Y así son aproximadamente los italianos, son mas peligrosos por la noche, las chicas que esten en grupo, o en su defecto solas, rápidamente son rodeadas por estos seres que se pegan a ellas en un espacio mínimo de respiración hasta que les meten una hostia, o bien caen...
En la playa sin embargo, están más tranquilos. Mantienen un estado de máxima alerta y controlan a las mujeres para si luego las ven por la noche atacarlas con todas sus fuerzas. Van vestidos todos igual, o practicamente iguales, bañador marca-paquete pequeño al estilo Unno, gafas de sol (estos, al contrario del chulo-playa se las ponen en los ojos), el pelo engominado al máximo que deben de crujirles cada vez que se mueven y ahora ultimamente parece que está una moda un poco tonta, que es ir a la ... (ver texto completo)
Yo no sé como serán los italianos en su país, pero sí sé como lo son en el mio, y más concretamente en la Costa Brava, lugar de caza primaria de los italianos. Y aquí son como buitres, todo el día buscando a su presa, chicas indefensas, sean como sean, atacan a todas una tras otra con la táctica del "prueba y fallo" hasta que consiguen alguna.
Sí, los italianos, es un caso aparte. Son como una especie de chulo-playa pero en manada. Consiguen un atuendo típico del que todos son conscientes y que cada año se repite de una manera más o menos regular seguido de un comportamiento que parece ser algo que aprenden allí.
Hace tiempo hice un post sobre el chulo-playa y era una especie de iniciar una especie de recolección de las costumbres de la gente en la playa. Una manera de hacer una fauna playera en la que hay diferentes tipos de gente. Hoy empiezo la serie de posts de fauna playera, ahora que le queda poquito al verano, y empiezo con los italianos.
Nao ------- Nave. Cantábricas, primero redondas (tanto la popa como la proa) y de dos palos. A mediados del siglo XVI se las menciona indistintamente como naos o como galeones. Evolucionan todas a lo largo del siglo XVI, incorporando el bauprés, para colocar la vela cebadera de proa y llevar la popa al viento.