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FREILA (Granada)

marranillos de "las ánimas" (fauna)
Foto enviada por PEPEPACO

Las mujeres parpadean casi el doble que los hombres.
Es imposible estornudar con los ojos abiertos.
Una persona parpadea unas 25,000 veces al día.
Es imposible estornudar con los ojos abiertos.
Cada año muere más gente por picadas de abeja que por las que son matadas por tiburones.
En general toma 660 días desde la concepción para que un elefante de a luz.
Los gatos domésticos pueden alcanzar velocidades de hasta treinta millas por hora.
Cada año muere más gente por picadas de abeja que por las que son matadas por tiburones.
Los gatos domésticos pueden alcanzar velocidades de hasta treinta millas por hora.
Los camellos tienen tres párpados para protegerse de las tormentas de arena
El ojo del avestruz es mas grande que su cerebro.
Los camellos tienen tres párpados para protegerse de las tormentas de arena
La historia es un incesante volver a empezar.

- El silencio es la virtud de los locos
El vicio atormenta aún en medio de los placeres, la virtud en cambio, nos conforta aún en medio de nuestras aflicciones.
CHARLES CALEB COLTON
Olvídate de los comités. Las ideas nuevas, nobles y capaces de cambiar el mundo, siempre provienen de una persona que trabaja sola.
Créeme en tu corazón brilla la estrella de tu destino.
FRIEDRICH SCHILLER
El vicio atormenta aún en medio de los placeres, la virtud en cambio, nos conforta aún en medio de nuestras aflicciones.
CHARLES CALEB COLTON
El verdadero poder consiste en saber que sí se puede, pero no se quiere.
JULIET ALICIA JARVIS
Créeme en tu corazón brilla la estrella de tu destino.
FRIEDRICH SCHILLER
Un vicio cuesta más que dos hijos.
BENJAMÍN FRANKLIN
El verdadero poder consiste en saber que sí se puede, pero no se quiere.
JULIET ALICIA JARVIS
Cada uno labra su propia corona, cada quien es hijo de sus obras.
JOSÉ INGENIEROS
Un vicio cuesta más que dos hijos.
BENJAMÍN FRANKLIN
No puedo cambiar la dirección del viento, pero sí ajustar mis velas para llegar siempre a mi destino.
JAMES DEAM
Cada uno labra su propia corona, cada quien es hijo de sus obras.
JOSÉ INGENIEROS