Debemos comer para vivir y de ningún modo vivir para comer.
El que no vive para servir no sirve para vivir.
Cada salida es una entrada a otro lugar.
La lógica es buena para razonar, pero mala para convivir.
No existe la menor prueba que apoye la idea de que la vida es seria.
La vida vale por el uso que de ella hacemos, por las obras que realizamos. No ha vivido más el que cuenta más años, si no el que ha sentido mejor un ideal.
Estamos aquí para vivir en voz alta.
Todo el mundo aspira a la vida dichosa, pero nadie sabe en qué consiste.
Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes.
No importa lo que suceda, alguien siempre encontrará la forma de tomárselo demasiado en serio.
El primer paso para conseguir lo que queremos en la vida es decidir lo que queremos.
Vive como si esperaras llegar a los cien años, pero estuvieras listo para morir mañana.
El problema de la vida no es cuánto va a durar, sino cuánto valdría la pena que durara.