Un gringo presumido se había tatuado en el pene el nombre de su novia.
Cuando lo tenía flácido se leía "Wy" y cuando estaba en erección decía "Wendy".
El gringo se fue una vez de vacaciones a Jamaica, y estando en un baño público llegó un negro y se puso a orinar al lado.
El gringo vio que el pene del jamaiquino decía "Wy", y entonces, por pura curiosidad, le pregunta:
- " ¿Tú novia también se llama Wendy?"
El negro, molesto, contesta con un no rotundo. El gringo insiste:
- "Yo me tatúe
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