Un vendedor catalan se va a
Andalucia a hacer negocios. Le dicen sus
amigos:
"Chico, hazte el mudo, que como te noten el acento catalan no vendes ni una rosca, que alli caemos muy mal".
Total, que el vendedor se hace el mudo y se hace de oro en una semana (negociantes que son).
Para celebrarlo, se va a un
restaurante e invita a todo el personal. Todo eso con senñas, claro, porque se hace el mudo.
Despues de pagar una cuenta gordisima, va y deja una peseta de propina.
El camarero recoge la peseta
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