LA VISION
Esta experiencia le ocurrió a un
joven francés y a su grupo de
amigos. Me lo contó un
verano y recuerdo la sensación de elevarme (¡estaba teniendo miedo! cuánto disfruté!)
Pero vamos a la
historia:
Se habían reunido para hacer espiritismo y habían adecuado la habitación para que todo fuera más lúgubre. Les quedó bien, iluminados tan sólo por las velas encendidas, los amigos se dispusieron a practicar la ouija y durante un rato se estuvieron divirtiendo. Alguien les contestaba, aquello
... (ver texto completo)