Las drogas antibióticas estreptomicina o tetraciclina han demostrado tener éxito en combatir esta enfermedad en las personas infectadas. Las ratas y las pulgas pueden ser tratadas con pesticidas, pero la plaga, en particular en su forma neumónica, es todavía tan peligrosa que la gente que cuidaba a los enfermos tiene que usar máscaras,
trajes protectores y guantes, cual lo hacían —o se aconsejaba hacer— durante la época de la muerte negra o la Gran Plaga de 1665.