Un matrimonio dormía plácidamente a las 3 de la madrugada, cuando unos salvajes golpes en la
puerta los apartó de los brazos de Morfeo. El hombre, todavía entre sueños, refunfuñó:
- "Yo NO me levanto!"... - y se cubrió por completo con las cobijas para tratar de volver a dormir.
Los golpes se vuelven a escuchar, sólo que con mayor insistencia. La esposa, con el sueño espantado, preguntó con preocupación:
- ¿No vas a ver quien es?.
El hombre, con tal de complacer a su mujer, saltó de la cama,
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