Hay que ver la costumbre tan extraña y curiosa de los "ramos" en Escúzar: en vez de rociar de flores o de plantas como alfombrado multicolor las puertas de las chicas o de las amadas para regocijo suyo o muestra de querencia, los mozuelos cubren de estiércoles, de suciedad o destrozan las persianas, o colocan cacharros toscos o raros en los umbrales de las viviendas con el consiguiente trabajo que luego tendrán las pobres mozuelas para limpiar...En fin, todo sea por la tradición y las buenas costumbres.
Pues a mí, la verdad, es que me encantaba de chiquillo aquella otra venerable tradición del domingo de Pascua, cual era, una vez resucitado el Niño, salir los críos a la calle, enfervorecidos, colgados del cuello cencerras y campanillos, armando jaleo y algarabía, y celebrando la fiesta de Resurrección, después de los tristes días de la Cuaresma y Semana Santa, que ni oíamos las campanas, sólo la carraca y el silencio murmuraban algún quejido. Benditos tiempos aquellos o así , al menos, nos parecían a nosotros, criaturas delicadamente infantiles, sin saber tanto de la vida como ahora. Un saludo.
Pues a mí, la verdad, es que me encantaba de chiquillo aquella otra venerable tradición del domingo de Pascua, cual era, una vez resucitado el Niño, salir los críos a la calle, enfervorecidos, colgados del cuello cencerras y campanillos, armando jaleo y algarabía, y celebrando la fiesta de Resurrección, después de los tristes días de la Cuaresma y Semana Santa, que ni oíamos las campanas, sólo la carraca y el silencio murmuraban algún quejido. Benditos tiempos aquellos o así , al menos, nos parecían a nosotros, criaturas delicadamente infantiles, sin saber tanto de la vida como ahora. Un saludo.