Todo vendido al vil metal, a la pecunia meretriz:los Prados, el Margen, los Charcones con las minas radioactivas, la yesera de Incar, la Cruz mocha, ¡hala!, sólo nos va a quedar la tumba del cementerio y estrechos, que no se puede ni caminar por aquellas angosturas del camposanto, todo por el dinero, somos tan pobres ya...que únicamente tenemos dinero. No será mejor un metro cuadrado de tierra donde puedas decir ¡Es mía!, voy a sembrar, voy a hacer un chambaillo, voy a sentarme plácidamente a sentir ... (ver texto completo)
