A estas horas estar sentada en un banco de la plaza, una delicia, en mí caso sería en la silla de ruedas, más a mi favor, allí vivía en una planta naja, y aunque aquí estamos en un primero (Así lo escogió mi amor por su dolencia) lo peor es subir la puñetera silla, si ya sola pesa un montón, con el alza para las piernas, ni Hércules, ni Sansón, tenemos un calor horroroso, solo se puede estar donde el aire condicionado, si, condicionao lo llamo yo, ya que se puede poner según la nomina, de no ser por mi hijo, con la ortesis, los brazos vendados, las piernas que son un horno de aquellos de vísperas de Navidad. Agua, agua, agua ¡Vamos un 2003 en el 2015! Ahí a estas horas ya se puede respirar, si entonces lo hacíamos en la puerta de nuestra casa, donde incluso cenábamos, para irnos después a cantar el Poro pompón, la batería eran las puertas de la caseta de Pepe López, donde ni un ripio de sudor nos causaba la batería del prompompero pero. Abrazos a toda tú familia, y para ti el cálido abrazo, de. Teresa