BAUL: La tormenta estaba servida y, bien servidos estamos...

La tormenta estaba servida y, bien servidos estamos en las islas, un largo y lluvioso invierno, al que le está siguiendo una estúpida "primavera" un mes de mayo..., porque así está el calendario, tras una hora de calor, ese calor, donde las arañitas de agua, intentan huir al verme, y aún en este mi estado, ellas presumiendo de muchas patas, frente a las dos que un día fueron la de una corredora, saltadora, trepadora de montañas (Por si lo que ahora llaman trepas) lo que nunca fui, la que se montaba en el caballo, sin tan siquiera ponerle la silla, con mis piernas, exactamente las rodillas, a Favorita espoleaba. ¡Libres como el viento! La verdadera libertad, en la cabeza está, ¡Qué me importaban las críticas! NADA. Quien me amaba, como yo con él seguro del mutuo amor, lealtad, respeto, lo que se quiere decir, que a pesar de ser muy jóvenes, maduramos muy pronto. Cuantas veces me digo, tras ver el devenir, la adicción de la juventud a vestir ropa de marca (Menuda prisión) el dinero, el coche a poder ser un Porche, piensan que son lo más, que los ciclos de la vida, son tan solo, medrar, y medrar, tener hoy un capricho, del que una vez probado, comprado, ya están pensando en el siguiente. Entre las paredes de este nuestro bendito, humilde, acogedor techo, paso la vida, sin desespero, abrir la ventana respirar, procurando con férrea voluntad, -tengo que progresar-, que andar no puedo, me dicen los galenos, pues ya ven, posiblemente hubiera asistido a algunos juegos olímpicos, y hasta habría conseguido... (Se acuerdan de los dibujos animados, Pier no doy una) como se reía de su estúpido amo, murmurando, lo que tanto sigue gustando, -medalla, medalla, medalla, je, je, je- La más hermosa medalla, es esa dicha que aunque pueda ser corta te depara la vida. Cuando más me duele el Alma, hasta suelo cantarla- Mercedes Sosa- Gracias a la vida, que me ha dado tanto, dicha y quebranto, la que nunca fue llorona, al escucharla, es tal mi emoción, que lagrimas por mis mejillas bajan, risa triste, risa alegre, alegrías y quebrantos, en la balanza, es tal la dicha, que pido perdón a Jesús, al indigente, al desahuciado, a los millones de seres humanos, que mueren cada día, victimas de nosotros, los que tenemos, un techo, una comida, una cama limpia, una pastilla con la que calmar el constante dolor, entre risa y llanto, me digo y a su vez me susurra al oído, no llores, mi niña, fue, es y será por siempre más la dicha juntos vivida. Tan solo por esos años (En los que hubo risa y quebranto) lo capeábamos y lo conseguimos, sigue amor mío, sigue cantando o tararea, haz lo que quieras, pero canta y di. Gracias a la vida, que me ha dado tanto. ¡Acaso conoceros!, vivido con vosotros, mis queridos bauleños, cantemos a coro. Alabemos a quien tanto nos ha dado y da. Gracias, muchas, muchas gracias. Tú el Creador de todo, no mereces, que con nuestras constantes quejas, te sigamos, día tras día, Crucificando. Gracias a la vida. Os quiere, os da las gracias, me habéis querido más, que los que me han odiado, solo por eso a ambos, os doy mil gracias, por habernos acogido con cariño, haber reído y llorado, estando siempre, a las duras y las maduras. Os Abrazamos. Mat y Teresa


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