BAUL: Mi querido Robert, no hay noche que no entre en la...

No me puedo imaginar a alguien que haya vivido en Baúl, aunque sea esporádicamente como un servidor, y no lo ame total e incondicionalmente.
Y mucho más aquéllos que tuvimos la suerte de hacerlo en aquellos años, cuando las cosas más simples tenían un inolvidable sabor a pueblo.
Ahora me vienen a las mientes aquél pan que se hacía en el horno justo al lado de donde vivieron mis tíos cuando llegaron a Baúl. Recuerdo que siempre que llegaba, lo primero que me daba en la nariz era el olor a leña quemada junto al olor inconfundible de aquél pan recién horneado que hoy solo existe en el recuerdo.
Yo estoy con Teresa; amo a Baúl... y le tengo siempre muy presente con mucha nostalgia.

Mi querido Robert, no hay noche que no entre en la página, en Baúl aprendí a sobrevivir, amar, es lo más hermoso que te puede dar la vida, si ese hombre, del que te enamoras es tan grande, como lo era y lo es para mi, cada foto de Baúl, es vernos. Tuve que hacer algo más para acabar con su tormento, que era el mío, lo amo tanto, me ama con tanta fuerza, nuestras conversaciones, son continuas, que me llamen loca, nada importa, ¡Bendita Locura la Nuestra! ¡Que distinto sería el mundo, con muchos locos como nosotros! Amaos los unos a los otros, como yo, os amo, si seguir los hechos, las pocas palabras, de Jesús donde el AMOR era y es lo importante. Siento que nuestra locura se acentúa, segundo a segundo. Abrazos, para tu amada, y para ti de tu amiga. Teresa
Abrazos, para los tíos y primo, diles de mi parte, que no hay un solo día, que no les recuerde, el dolor se refleja en ambos, me duele la subida a las alturas del otro joven, Juan Carlos... Los porqués de Dios, solo Él en su infinita bondad, un día nos los hará ver...