¡Ave, ave, ave María, ave, ave, ave! Qué bien lo pasábamos, aunque enviaban la banda desde Baza, nosotros llevábamos la música dentro, cuando dábamos salida a tanta alegría, si era de noche, que lindo escuchar con tanta alegría a chicos y chicas cantar, lo que menos me gustaba era el consabido vestido a estrenar, que martiriaría el de las pruebas, hoy todo ya en Preta-porte, es para lo único que me entra esa cierta vaguería, si vestíos tengo, si quien me ama, cualquier cosa que me ponga (mejor que no llevará nada) me amaba y le amo... Y llega el 15 y con el San Isidro labrador, si una vez tuvo y dio trabajo, hoy lo que era el granero de Europa, ya no de este país es, la procesión, el tacón y el recorrido, como terminaba el asunto, pero todo arreglado estaba con una buena ducha y una buena comida, para llegada la noche darnos algún que otro baile, nunca él pudo asistir, si estaba allí él era el que no podía ir y sin él para mí la fiesta ya estaba acabada, luego toco marchar con la única ilusión de juntos por siempre estar. Hoy que el si está conmigo, que mis piernas no me permiten bailotear, escucho su voz que para mí amigos míos lo es TODO. Os deseo unos días llenos de felicidad, eso si no bebáis, se debe sentir uno tan mal. La alegría se lleva en el alma, no estropear lo que en verdad vale la pena. Vivir y AMAR. Os lo desea de corazón, vuestra amiga. Teresa