BAUL: Tes de Albox, así les llamábamos los que aún no nos...

Tes de Albox, así les llamábamos los que aún no nos había tocado emigrar, solo que n los hay que vayamos donde vayamos, no se nos pega el acento, ni vamos diciendo aquello tan famoso- ¿mama como se llaman estos árbolitos? no acento el mamá, por que literalmente así lo decían. Decía nada más y nada menos que Don Gregorio Marañón, en uno de sus libros, Los españoles, que aquel que a los seis meses de haberse marchado de su ciudad y volvía con acento, no era el que mejor neuronas tenia, no iba descaminado Marañón, cuantas lumbreras ha dado este país y como escasean ¡Dios iluminanos que falta nos hace!. Creo que no os estaréis muriendo de calor, ya que por estos lares, hace una temperatura ideal (Tanto que ahora mismo firmaría para todo lo que nos quede de verano, cuando este llegue) esta madrugada, nos ha caído una buena tormenta, algo que anuncie a mi hijo, servidora no necesita de una Estación Meteorológica, la llevo puesta en mi columna, no necesito de las arañitas que anuncian agua, ni que lleve cerco la luna, en fin en mi columna llevo todo el almanaque zaragozano, por algo me crié en el pueblo y me siento más de pueblo que de capital, bendigo al pueblo por que de mí hizo una superviviente, aunque mi madre me decía que ya había nacido con ese empuje, desde los ocho meses en que más que andar volaba, por eso ahora me desenvuelvo la mar de bien (Tanto que mi hijo cuando se marcha, no sabe con lo que se va a encontrar a la vuelta) Y, mira que me dice- Por favor mamá, no hagas nada que para eso estoy yo y la chica, pero cuando se nace con temperamento, genio y figura hasta el adosado... al que más de una vez me han dado deseos de irme, y siempre mi Amado me dice, quedaté haces falta, tengo ganas de abrazarte, cosa que hago y tú te das cuenta, tanta que solo me falta abrazar con muchisima fuerza la materia, va quedando menos, así que voy a seguir como ya es normal en mí, leyendo. Hasta la siega del tocino, os animo a escribir unas cuantas letras, ahora abro el ordenta después de cenar, entre las malas noticias, y esa perrerilla que entra después de comer, en mi sillón y con mi libro, sigo siendo feliz porque así me dicen desde arriba me lo he ganado..., y si hay quien le pese, una buena purga va la mar de bien. Os quiero mis queridos bauleños. Teresa
P. D. Sra. Pilar Mur, ¿Qué es lo que sucede? he llamado muchas veces al teléfono y me dice nanay. Espero que estéis todos muy bien de salud. Besos. Teresa currilla2002@hotmail. com o autodidact@telefonica. net