Y, en cuanto a esfuerzo, vamos que lo regalamos, quien mejor, que las personas que hoy viven el día a día de un Baúl, con televisión, internet, algo que fue lo que echo a perder aquellas tertulias, paseos, las noches de invierno, el chocolate, los churros, los chistes, los bailes, en fin la sana y nunca vana instrucción, aprendimos tanto en aquellas tertulias, en verano erán las puertas, a primera hora, mi mayor martirio, el bordado dichoso para el ajuar venturoso, venturosos si que somos, pero del ajuar, no he tocado nada de nada, luego tocaba la merendola, después con los padres sentados y a lo suyo, nosotros a lo nuestro, reir, contarnos nuestras cuitas de jóvenes enamoradas, que teniamos a nuestros mozos fuera, aquello era disfrutar, amaré Baú y a sus gentes mientras me quede un hálito de vida, me forme, aprendí cosas mil, la naturaleza es el mejor medio para educarse, formarse, ningún niñ/a debiera perderse esa maravilla, la de vivir en una aldea, jugar al aire libre, ir por los campos, saber el nombre de cada planta, beber el agua del nacimiento, en el hueco de las manos, ¡Que rica y fresca! nada de frigorificos, todo natural, sabor, olor, jugo, así me conservo de saludable, aire que te quiero aire, aire que limpias, tranquilizas, enamoras, aire, agua, amor, ¿Que más se puede pedir? Con eso, se es feliz el resto de nuestros días. Hasta mañana, si Dios no me llama. Os quiere. teresa