Cada día me gusta mas Albondon.
Su alcalde Juan Castillo, (del que me considero amigo y soy compañero), ha demostrado con hechos, que quiere lo mejor para el pueblo, y que poco a poco lo consigue. Y lo que es innegable, es que está soportado por muchos amigos y compañeros de la política que lo quieren y admiran por su honradez y capacidad.
En la fiesta de San Isidro ha demostrado que tiene equipo para organizar una fiesta digna para sus ciudadanos ciudadanas y visitantes.
Yo pregunto, ¿ Que pueblo de nuestra magnitud, es capaz de traer a una fiesta de todos los habitantes sin excluir a nadie, porque nadie debe sentirse excluido, a diputados de la importancia de: Presupuestos, Turismo, Medio Ambiente y Mantenimiento de Obras Publicas ?. Digamos, los diputados que nos pueden ayudar a mejorar en sus respectivas áreas de competencia.?
No hay que mezclar la política con las fiestas populares, porque van unidas de por si. En las fiestas en las reuniones y en cualquier lugar, hay que saber demostrar que nos merecemos ayuda y aliento para progresar. Eso es licito y pertenece al juego democrático.
Los que no entiendan esto, es que no están preparados para dirigir los destinos de un pueblo y gestionar sus recursos. Y creo yo, que deben dedicarse a cosas mas triviales y de menor responsabilidad.
Por lo menos no entorpecer con demostraciones y acciones que solo frenan y pueden entorpecer posibles proyectos que beneficien al pueblo en su conjunto.
Cuando se quiere LO MEJOR para un pueblo, no se quiere solo para unos, se quiere para TODOS. Podemos o no compartir ideas, pero lo que siempre hacemos es respetarlas democraticamente.
Ese es el pensamiento que quiere llevar el PSOE a la practica. La democracia y las urnas, que son la expresión real del pueblo, son los que colocan a cada uno en su sitio. No es sano pensar que las personas que votan se equivocan. La soberanía del pueblo eligiendo a sus representantes, es lo único que nos hace LIBRES a todas y todos.
El resto... Bueno, digamos que lo otro ya está trasnochado y caduco.
Vivan Albondón y sus gentes. Todos, sus mujeres, hombres, mayores y niños. Todos y Todas.
Su alcalde Juan Castillo, (del que me considero amigo y soy compañero), ha demostrado con hechos, que quiere lo mejor para el pueblo, y que poco a poco lo consigue. Y lo que es innegable, es que está soportado por muchos amigos y compañeros de la política que lo quieren y admiran por su honradez y capacidad.
En la fiesta de San Isidro ha demostrado que tiene equipo para organizar una fiesta digna para sus ciudadanos ciudadanas y visitantes.
Yo pregunto, ¿ Que pueblo de nuestra magnitud, es capaz de traer a una fiesta de todos los habitantes sin excluir a nadie, porque nadie debe sentirse excluido, a diputados de la importancia de: Presupuestos, Turismo, Medio Ambiente y Mantenimiento de Obras Publicas ?. Digamos, los diputados que nos pueden ayudar a mejorar en sus respectivas áreas de competencia.?
No hay que mezclar la política con las fiestas populares, porque van unidas de por si. En las fiestas en las reuniones y en cualquier lugar, hay que saber demostrar que nos merecemos ayuda y aliento para progresar. Eso es licito y pertenece al juego democrático.
Los que no entiendan esto, es que no están preparados para dirigir los destinos de un pueblo y gestionar sus recursos. Y creo yo, que deben dedicarse a cosas mas triviales y de menor responsabilidad.
Por lo menos no entorpecer con demostraciones y acciones que solo frenan y pueden entorpecer posibles proyectos que beneficien al pueblo en su conjunto.
Cuando se quiere LO MEJOR para un pueblo, no se quiere solo para unos, se quiere para TODOS. Podemos o no compartir ideas, pero lo que siempre hacemos es respetarlas democraticamente.
Ese es el pensamiento que quiere llevar el PSOE a la practica. La democracia y las urnas, que son la expresión real del pueblo, son los que colocan a cada uno en su sitio. No es sano pensar que las personas que votan se equivocan. La soberanía del pueblo eligiendo a sus representantes, es lo único que nos hace LIBRES a todas y todos.
El resto... Bueno, digamos que lo otro ya está trasnochado y caduco.
Vivan Albondón y sus gentes. Todos, sus mujeres, hombres, mayores y niños. Todos y Todas.