hola antonio eres un cielo que bonita poesia
cuando me pierda me buscais en el hospits esta es la segunda ves que ingreso
sali el lunes dia 14 a laas 8 de la noche pero ya estoy mejor
gracias por estar en el foro
cuando me pierda me buscais en el hospits esta es la segunda ves que ingreso
sali el lunes dia 14 a laas 8 de la noche pero ya estoy mejor
gracias por estar en el foro
JOSEFINA, ¿Pero que te ha pasado? Está visto que este otoño, están los hospitales a tope. Yo prefiero que estén los hoteles.
Espero que estés repuesta del todo. Un abrazo y os dejo estas letrillas.
LAS ZARZAS DEL CAMINO
Se pone a mirar la Luna,
En las charcas de los ríos,
Y acicala su cabello,
Con peine y con mucho brío.
El Sol le envidia su pelo;
Brillando más que sus rayos,
Cuando baja la rivera,
Acompañada de un payo.
La chalupa que llevaban;
Vieja, rota y remendada,
Les obligaba a parar,
Con pequeñas acampadas.
Los troncos viejos, podridos;
Se cruzan en su camino,
Y hacen más difícil, aún,
El llegar a su destino.
Sus manos van encalladas.
Sus víveres terminando.
Sus fortalezas dañadas.
Y su paciencia acabando.
No llega el final del río;
Ni se vislumbra la mar.
Rotos quedaron los remos,
Y la chalupa encallar.
Son las zarzas del camino;
Con sus moras enlutadas,
Los manjares más divinos,
En esas arduas jornadas.
Los perótanos bravíos,
Sirven para alimentar;
Los estómagos vacíos,
Que no pueden aguantar.
La noche llega de pronto;
Con juncos de la ribera,
Hacen una cama al aire,
Y van calmando su espera.
Las estrellas les alumbran;
Como lámparas del cielo.
Él la cubre con sus brazos,
Ella con su lindo pelo.
El fuego que llevan dentro;
No quiere comparaciones,
Arde, no apaga su llama,
Dentro de sus corazones.
Una manta que ha servido,
De casulla original;
Sirvió de velo de novia,
A esta joven virginal.
Sus labios echaban fuego.
Y sus cuerpos palpitando.
Sus manos entrelazadas.
Sus pensamientos flotando.
Se marcaron una ruta.
Una aventura sencilla.
Un lápiz y una libreta;
Para apuntar sus cosillas.
Queda buen trecho al destino;
Que se marcaron los dos.
Pie a tierra, todo adelante;
El norte no se perdió.
La salida fue de amigos.
La ruta de desgraciados.
Pero la llegada fue,
Como dos enamorados.
A. E. I.
Espero que estés repuesta del todo. Un abrazo y os dejo estas letrillas.
LAS ZARZAS DEL CAMINO
Se pone a mirar la Luna,
En las charcas de los ríos,
Y acicala su cabello,
Con peine y con mucho brío.
El Sol le envidia su pelo;
Brillando más que sus rayos,
Cuando baja la rivera,
Acompañada de un payo.
La chalupa que llevaban;
Vieja, rota y remendada,
Les obligaba a parar,
Con pequeñas acampadas.
Los troncos viejos, podridos;
Se cruzan en su camino,
Y hacen más difícil, aún,
El llegar a su destino.
Sus manos van encalladas.
Sus víveres terminando.
Sus fortalezas dañadas.
Y su paciencia acabando.
No llega el final del río;
Ni se vislumbra la mar.
Rotos quedaron los remos,
Y la chalupa encallar.
Son las zarzas del camino;
Con sus moras enlutadas,
Los manjares más divinos,
En esas arduas jornadas.
Los perótanos bravíos,
Sirven para alimentar;
Los estómagos vacíos,
Que no pueden aguantar.
La noche llega de pronto;
Con juncos de la ribera,
Hacen una cama al aire,
Y van calmando su espera.
Las estrellas les alumbran;
Como lámparas del cielo.
Él la cubre con sus brazos,
Ella con su lindo pelo.
El fuego que llevan dentro;
No quiere comparaciones,
Arde, no apaga su llama,
Dentro de sus corazones.
Una manta que ha servido,
De casulla original;
Sirvió de velo de novia,
A esta joven virginal.
Sus labios echaban fuego.
Y sus cuerpos palpitando.
Sus manos entrelazadas.
Sus pensamientos flotando.
Se marcaron una ruta.
Una aventura sencilla.
Un lápiz y una libreta;
Para apuntar sus cosillas.
Queda buen trecho al destino;
Que se marcaron los dos.
Pie a tierra, todo adelante;
El norte no se perdió.
La salida fue de amigos.
La ruta de desgraciados.
Pero la llegada fue,
Como dos enamorados.
A. E. I.
