Soy un murciano de nombre Mariano, que compartio con algunos de vosotros fines de semana a primeros de los años 70, me acuerdo de la plaza, de la "Peña", de alguno de vosotros, y de muchas cosas mas; hay muchos días que recuerdo vuestro pueblo de dos formas contradictorias. Una por el amor que siento por él y por las gentes que lo habitaban, y la otra con el dolor que produce la ausencia de lo que amas.