Ya se ha pasado el día de
San Isidro y no he podido disfrutar de sus encantos en la
romería. Siempre me lo he pasado bien allí. Este año no pudo ser. Otra vez será. De todos modos aproveché para llamar a mis hermanos y decirles ¡Viva San Isidro!, pero ni se enteraban de lo que les decía con el bullicio que había en la romería. Un beso.