El
bar estaba abarrotado, porque era el unico de gente
joven que habia en el
pueblo por entonces, y Miguel y yo estabamos sentados arriba en el
salon con
unas
amigas.. llegaron unos aguilareñoas y mientras pediamos en la barra nos quitaron los taburetes... como por las buenas no quisieron, selos rmpimos enla espalda y todo el mundo corriendo de un lado para otro.. aquello fue pa verlo.