Interior de los Baños Califales, CORDOBA

Los Baños califales son unos baños árabes de Córdoba (España), cuyos restos se hallaron de forma accidental en 1903 en el Campo Santo de los Mártires, que meses más tarde fueron soterrados. Formaban parte del antiguo Alcázar de los Califas, destruido tras la Conquista de Córdoba en 1236, considerados los últimos restos del mismo.
Forma parte del centro histórico de Córdoba que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.​ En 2016 visitaron el monumento 86.594 visitantes, siendo el sexto lugar cultural más visitado de la ciudad de Córdoba.​
Historia
Estos baños o hammam, contiguos al desaparecido Alcázar califal, al cual con toda seguridad pertenecían, posiblemente fueran los más importantes de la ciudad. Las abluciones y limpieza corporal constituían una parte esencial en la vida del musulmán. Eran preceptivos de la oración, además de constituir un rito social.
Realizados bajo el califato de Alhakén II para el disfrute del califa y de su corte, forman un conjunto de estancias con muros de sillería. Replican el orden heredado de las termas romanas de salas frías, templadas y calientes, en diferentes estancias cerradas con bóvedas (donde aparecen los característicos lucernarios de estrella), soportadas por arcos ultra semicirculares sobre capiteles y columnas de mármol.
Durante los siglos XI al XIII, fueron reutilizados por almorávides y almohades; prueba de ello son las yeserías talladas con motivos de ataurique y franjas epigráficas de la época que se guardan en el Museo Arqueológico de Córdoba. Unos años después de la conquista cristiana de Córdoba, Alfonso XI decidió soterrar los baños (después de crear unos nuevos en el remodelado Alcázar) y crear una gran plaza en su lugar que fue conocida como el "campillo del rey".​
Descubrimiento y puesta en valor
Existen evidencias de que los baños se descubrieron en 1691 e incluso el director de la excavación Fray Juan de la Encarnación pidió permiso al Cabildo para reutilizar una bóveda actualmente desaparecida. Los restos se hallaron de nuevo accidentalmente en 1903 en el área ahora conocida como Campo Santo de los Mártires, acudiendo al arqueólogo Rafael Ramírez de Arellano, aunque volvieron a enterrarse unos meses después. Entre 1961 y 1964, los arqueólogos Félix Hernández y Rafael Castejón, que buscaban lugares funerarios musulmanes, sacaron a la luz dicha construcción, dejando constancia de la gran envergadura de la misma. El proceso fue mucho más minucioso que el realizado a principios de siglo e incluso llevaron a que el sitio fuera declarado Bien de Interés Cultural.​
Museo
El 26 de octubre de 2006, después de dos años de reformas para su adecuación, los Baños Califales se abrieron al público en forma de museo. La visita transcurre por una serie de estancias que incluye un área de recepción, el antiguo vestuario, un jardín andalusí, un salón taifa, el baño almohade y la zona de servicio.