En la Edad Media, como complemento del sistema defensivo formado por castillos y fortalezas y una milicia que recorría a caballo la costa a diario, se construyó un rosario de torres vigías que jalonaban la zona costera desde Ayamonte a Gibraltar. Una de estas era la torre del Puerco. Estas torres ponían en alerta a las torres vecinas mediante un sistema de ahumados y señales con fuego, avisando a las poblaciones para que estuviesen alertas. Con el paso del tiempo estas torres quedaron en desuso convirtiéndose en testigos mudos de un pasado lleno de sobresaltos.
(4 de Febrero de 2013)