La conquista cristiana de Setenil de las Bodegas hizo que se desarrollara la ciudad como centro agrícola. La localidad se hizo conocida por su producción de aceitunas, almendras y vino. Incluso hoy en día, los dos primeros siguen siendo producidos por los vecinos de Setenil. La producción de vino de Setenil de las Bodegas, sin embargo, llegó a su fin en la década de 1860, como consecuencia de la plaga de la filoxera, que destruyó la mayoría de las cepas europeas.