La luz que te circunda y condecora te engalana en la fiesta. Y permaneces repetida de luz. Dada con creces hasta quedar en éxtasis la aurora. Señorío ferial que se incorpora al cangilón de júbilo que ofreces, a los de dentro y fuera, cuantas veces el horizonte del bullicio aflora. La primavera llega a tus ventanas delatada en geranios, como amante en el que sobra amor y sobran ganas. Y si rompe la noche restallante, la plenitud se logra en tus mañanas, cuando ver tu sonrisa ya es bastante.
Juana María.
Juana María.