Jose velarde
A ella tanto el cansancio la sofoca
Que al querer suspirar, acongojado,
Muere el suspiro en su entreabierta boca,
Y su seno turgente y levantado,
Al ritmo de su aliento
Se eleva y se deprime acelerado
Como lona azotada por el viento.
A ella tanto el cansancio la sofoca
Que al querer suspirar, acongojado,
Muere el suspiro en su entreabierta boca,
Y su seno turgente y levantado,
Al ritmo de su aliento
Se eleva y se deprime acelerado
Como lona azotada por el viento.