Colegio de primaria, CADIZ

Los sacerdotes, que son los únicos que tienen el honor de penetrar en el santuario, han cerrado su entrada a las mujeres y cuidan de alejar de él a los puercos. Llevan ante el altar vestidos de un solo color; el lino cubre sus miembros; una cinta pelusíaca brilla en sus temporales. Por lo general, cuando ofrecen incienso cúbrense con un vestido talar, y cuando inmolan víctimas dicha vestimente va bordada de púrpura, según vieja costumbre; llevan los pies descalzos y la cabeza pelada, y guardan celibato. En los altares arde un fuego que no ha de apagarse nunca. Imagen alguna ni estatua de los dioses llenan con sus majestades divinas el santo lugar, ni les infunden sacro respeto.
(25 de Abril de 2022)