La decisión de sustituir la
antigua catedral por una nueva se debió a dos circunstancias principales: el deficiente estado de conservación de la primera, y el deseo de contar con un espacio más
monumental y representativo en consonancia con la importancia que había adquirido
Cádiz con el traslado de la
Casa de Contratación a esta
ciudad desde
Sevilla en el año 1717. En los 116 años que duró su
construcción, las trazas del
edificio sufrieron los cambios de las
modas y los gustos de los distintos arquitectos, lo que explica la conjunción de diferentes estilos:
Barroco, Rococó y
Neoclásico fundamentalmente