Entre los siglos XV y XVIII se instalaron en
Arcos de la Frontera numerosas órdenes religiosas, hecho que tiene su
reflejo en varias construcciones, como el
convento de la Encarnación (s. XVI), el de la Caridad (s. XVIII) o el
hospital de
San Juan de Dios (s. XVI). Elementos góticos y barrocos aparecen también en el antiguo convento de San Francisco, donde llama la atención su
vía crucis en el zócalo de azulejos. El
Castillo de los duques fue en origen el alcázar musulmán, donde los Reyes Católicos recibieron la rendición de la taifa de Marbella.