SANTA MARIA DE NIEVA: Siempre es bueno saber o recordar:...

Siempre es bueno saber o recordar:

SANTA MARIA DE NIEVA «Sta. María de Nieva« (Huércal-Overa).

Jueves, 30 de Julio de 2009 10:15 Francisco Fernández Lao Delegaciones - Patrimonio Cultural. En 1739 los vecinos de Nieva solicitaron licencia al obispo de Cartagena para construir una ermita en el pago del Chorrador y dotarla una vez finalizada la obra. El 26 de julio de 1744, el cura propio de Huércal Overa, con la licencia del obispo, bendijo la ermita con el título de Nuestra Señora de Soterraña o Santa María de Nieva. Tres años después, por decreto episcopal de 25 de julio de 1747, Nieva fue erigida como parroquia matriz, con categoría de entrada, pero no se segregó de la parroquia de Huércal Overa hasta el año 1800. El 10 de julio de 1957 pasó a formar parte de la diócesis de Almería, junto con el resto del arciprestazgo de Huércal Overa.

Los daños sufridos por los terremotos del verano de 1863, obligaron a la demolición del templo, salvo una pequeña capilla que quedó en pie para uso de iglesia. En septiembre de 1879, se colocó la primera piedra del actual templo, cuya construcción acabó en diciembre de 1885, siendo bendecida el 19 de marzo de 1886. El sacerdote don José Juan Jiménez Benítez (1839-1909), oriundo del lugar y a la sazón capellán real, contribuyó grandemente a la financiación de las obras y al ornato y equipamiento de la iglesia, consiguiendo donativos e imágenes, cuadros, ornamentos y vasos sagrados.

Se trata de un edificio de planta de cruz latina, con un cimborrio octogonal en el centro del crucero y dos torres a los pies. Sendas naves laterales abrigan la edificación, subsumiendo los contrafuertes exteriores que refuerzan la nave central, más elevada. Se cubre al exterior con tejado de teja cerámica tradicional, sobre armadura de madera. Las torres prismáticas de dos cuerpos, cada una con el campanario perforado a las cuatro caras por dos balconadas y dos ventanas de arco de medio punto, se cubren en sus cuatro vertientes con tejado de teja curva, recibida sobre faldones de ladrillo macizo plano con cuatro tirantes de madera cruzados. La de la derecha alberga un reloj monumental. Ambas torres flanquean un paño de fachada, rematada en piñón, en cuyo eje se sitúan la entrada principal, ligeramente peraltada, un ventanal rectangular y un vano ovalado. La fachada principal y las torres están revestidas de una capa de revoco que imita un aparejo de sillares, un recurso propio del estilo historicista de este templo. Recientemente, se ha añadido un zócalo de placas irregulares de piedra, que desdice de la ornamentación original.

En el interior, la nave central se comunica con las naves laterales mediante arcos formeros y se cubre con una bóveda encamonada de cañón, dividida en tramos separados por arcos fajones. Cada tramo presenta unos grandes lunetos, mientras el transepto se cubre con bóvedas de medio cañón y una gran cúpula sobre pechinas en el centro, con cuatro vanos rectangulares. Las naves laterales, se cubren con un falso techo de cañizo y escayola. El coro alto en los pies, sobre un arco escarzano, y el camarín de la cabecera, cuyo volumen sobresale al exterior, conforman el conjunto.

Adosados al costado izquierdo se encuentran la casa de ánimas y el salón parroquial. En el costado derecho se encontraba la casa rectoral, cuya demolición hace algunos años dejó exenta la fábrica de esta fachada lateral de la iglesia, convertida ahora en pared de un patio cerrado, cuyo perímetro está recorrido por un zócalo similar al de la fachada principal.

Francisco Fernández Lao

Saludos paisanos.