que bueno es verlo a usted aparecer,
como siempre tan interesante sus relatos.
Espero que aproveche usted la chala de las panochas, sino guárdemela que se la compro yo, ya que quiero hacerme un colchón de chala para tirarme a dormir afuera... ahora que hace la calor...
Mi abuelo tenía uno y aunque era muy "surrador",
cada vez que te movías crujía por todos lados,
era muy fresco para dormir en el patio cuando estaba el cielo sereno y hacía calor,
sólo que a cierta hora te comìan los mosquitos y había que correr al cobijo o taparse con la "jarapa"..
. jajaja... que tiempos aquellos...
Un afectuoso saludo y cuídese usted, que lo extrañamos todos cuando no aparece por estos lares... Hasta pronto
como siempre tan interesante sus relatos.
Espero que aproveche usted la chala de las panochas, sino guárdemela que se la compro yo, ya que quiero hacerme un colchón de chala para tirarme a dormir afuera... ahora que hace la calor...
Mi abuelo tenía uno y aunque era muy "surrador",
cada vez que te movías crujía por todos lados,
era muy fresco para dormir en el patio cuando estaba el cielo sereno y hacía calor,
sólo que a cierta hora te comìan los mosquitos y había que correr al cobijo o taparse con la "jarapa"..
. jajaja... que tiempos aquellos...
Un afectuoso saludo y cuídese usted, que lo extrañamos todos cuando no aparece por estos lares... Hasta pronto
Amigo de Mendoza, os digo:
Que yo colchón he tenío
de esos que uste menciona;
pero no eran de chala,
aquí le decíamos de perfoya.
En las noches de verano,
que como cuando usted señala hacía mucho calor,
dormíamos en la solana
de Nieva o del Chorraó.
Y aunque mosquitos no había,
eso es invento posterior,
la jarapa siempre estaba
pa acompañar al colchón.
Y ahora que me ha hecho acordar,
yo dormí en el rastrojo,
unos días despues de segar.
Pues era costumbre llevar
a los animales a pactar,
por las noches subsiguientes,
pa que comieran la paja y alguna espiga perdida.
Por Dios, memória, que vida
aquella la de mi aldea.
Si ya no tento idea si lo que cuento es cierto,
o solo es desvario de quien unos años tiene.
Mendocino, mándame una garrafarra de vino
como decía un paisano del pueblo.
Así pasamos el invierno, y despues...
despues veremos.
Que yo colchón he tenío
de esos que uste menciona;
pero no eran de chala,
aquí le decíamos de perfoya.
En las noches de verano,
que como cuando usted señala hacía mucho calor,
dormíamos en la solana
de Nieva o del Chorraó.
Y aunque mosquitos no había,
eso es invento posterior,
la jarapa siempre estaba
pa acompañar al colchón.
Y ahora que me ha hecho acordar,
yo dormí en el rastrojo,
unos días despues de segar.
Pues era costumbre llevar
a los animales a pactar,
por las noches subsiguientes,
pa que comieran la paja y alguna espiga perdida.
Por Dios, memória, que vida
aquella la de mi aldea.
Si ya no tento idea si lo que cuento es cierto,
o solo es desvario de quien unos años tiene.
Mendocino, mándame una garrafarra de vino
como decía un paisano del pueblo.
Así pasamos el invierno, y despues...
despues veremos.
Que bueno, atinado e ilustrativo,
me ha resultado su correctivo relato,
Pido disculpas, por los errores cometidos, estos
son producto de los años que implacables van pasando,
y sin dudarlo, también por las influencias que otras expresiones,
sin mala intención en la mente, se van mezclando.
No tenga dudas que si no hay una garrafarra de vino,
Por lo menos algunas botellicas serán seleccionadas
para una pronta ocación, que esperamos que:
la "ceniza del volcán" que nos invade, nos lo permitan,
para poder llegar a destino, a tiempo de pasar este invierno,
y Dios Quiera que, sea con buen tino.
Hasta pronto... Señor Delchorraorvengo.
me ha resultado su correctivo relato,
Pido disculpas, por los errores cometidos, estos
son producto de los años que implacables van pasando,
y sin dudarlo, también por las influencias que otras expresiones,
sin mala intención en la mente, se van mezclando.
No tenga dudas que si no hay una garrafarra de vino,
Por lo menos algunas botellicas serán seleccionadas
para una pronta ocación, que esperamos que:
la "ceniza del volcán" que nos invade, nos lo permitan,
para poder llegar a destino, a tiempo de pasar este invierno,
y Dios Quiera que, sea con buen tino.
Hasta pronto... Señor Delchorraorvengo.
