SANTA MARIA DE NIEVA: ¡OH! preciada Señora, sus palabras suenan en mis oídos...

En esta noche bonita
Voy a darle serenata
A una mujer que me gusta
A una mujer que me encanta
Despiertate amor querido
Asómate en tu ventana
Mira que vengo de lejos
Y de verte tengo ganas
Te cantare diferente
Por que se que a ti te encanta
Por lo menos piensa en mi
Y también solo en la manga
Eres la mas bella flor
Quiero robar tu fragancia
Y te voy a hacer soñar
Con mis canciones románticas

buenas noche caballero,
le veo muy inspirado´
le damos las gracias todas
por tan bellos alagos.
Pasando por este foro
he podido comprobar,
la relevancia que tiene
sus bellas palabras, más.
Desde tan lejana tierra
las cosas se ven pasar...
yo deje pasar las horas
y no le pude saludar.
quedo prendida de vos
por su bello caminar,
andando por todo el mundo
¡sabe dios cuanto sabrá!
desde este lado del charco
me despido con pesar,
son pocas las horas
que tengo de descansar.
Otro día nos veremos
y quizás podamos charlar,
de cosas de este vanal mundo
o algo espiritual.
Un saludo muy atento
hasta mañana, no más.

¡OH! preciada Señora, sus palabras suenan en mis oídos cual susurro producido por el roce de las aguas con las rocas del cauce del río que con cuidado femenino me transporta por el curso de los aquí y ahora cálidos días. Como responderle quiero y careciendo por el momento de letra propia que a su “altura” corresponde, permítame que le ofrezca unas Coplas que Tirso de Molina escribiera para una dama, que jamás tuvo su hermosura. Esta será mi fortuna.

COPLAS

De no hallar en mis amores
el número de mi mesa
sabe Dios cuánto me pesa.

Cuéstame hartos desvelos
celos bastardos, mal nacidos celos.

No soy carne ni pescado,
y aunque mi sazón es corta
sé muy bien lo que me importa.

Mi gusto aprendió en Toscana,
pues hallo el arte de amar
en el tropo variar.

Peor que el diablo soy si me resuelvo,
pues a puerta cerrada aún no me vuelvo.

Cúpome el número sexto,
más yo he sido tan fiel
que jamás me acusé de él.

Puesto que no hay más que ver
en lo que llego a mirar,
aún hay más que desear.

Para la flecha de amor,
aunque aguda y penetrante,
tengo el pecho de diamante.

Aunque en orden a limpieza
todos dirán en mi abono
mejor cuelo que jabono.

No lloréis, ojos hermosos,
no lloréis.
Podrá ser que os engañéis.

Sin pundonor, sin melindres,
sin desdenes, vengo a ser
don calla a más no poder.
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Y perdone los desencuentros no buscados, pero es que últimamente me encuentro medio atontado y ante tan importante presencia, quedo perplejo y embelesado.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Cuan galante y amable...
no tengo palabras, si más
siguiendo el protocolo, la quiero saludar.
como poeta soy mala, pero mala arabiar,
cosa que no me impide, el poderme expresar.
desde tan lajana tierra y tan cercana a la par,
pasaran los dias largos y llenos de tranquilidad.
Como dos palomas blancas, mis manos le ofreceran
cálida, limpia y bonita, una amistad sin igual.
me despido de momento, volveré a contactar, ... (ver texto completo)