Buenos días amigos, si, buenos días, recordar que aquí son cinco horas más temprano.
Como empieza ha hacérseme costumbre al empezar el día y habiendo recordado que los otros días, cuando bajé a la rambla, noté las pocas cañas que en ella crecían, voy a poner unos versos de ANGELA FIGUERA que dicen:
Cañaveral
Entre las cañas tendida;
sola y perdida en las cañas...
¿Quién me cerraba los ojos,
que, solos, se me cerraban?
¿Quién me sorbía en los labios
zumo de miel sin palabras?´
¿Quién me derribó y me tuvo
sola y perdida en las cañas?
¿Quién me apuñaló con besos
el ave de la garganta?
¿Quién me estremeció los senos
con tacto de tierra y ascua?
¿Que toro embistió en el ruedo
de mi cintura cerrada?
¿Quién me esponjó las caderas
con levadura de ansias?
¿Qué piedra de eternidad
me hincaron en las entrañas?
¿Quién me desató la sangre
que así me derramaba?
... Aquella mañana de agosto,
solo y perdido en las cañas.
(perdonen que cambié el final)
Como empieza ha hacérseme costumbre al empezar el día y habiendo recordado que los otros días, cuando bajé a la rambla, noté las pocas cañas que en ella crecían, voy a poner unos versos de ANGELA FIGUERA que dicen:
Cañaveral
Entre las cañas tendida;
sola y perdida en las cañas...
¿Quién me cerraba los ojos,
que, solos, se me cerraban?
¿Quién me sorbía en los labios
zumo de miel sin palabras?´
¿Quién me derribó y me tuvo
sola y perdida en las cañas?
¿Quién me apuñaló con besos
el ave de la garganta?
¿Quién me estremeció los senos
con tacto de tierra y ascua?
¿Que toro embistió en el ruedo
de mi cintura cerrada?
¿Quién me esponjó las caderas
con levadura de ansias?
¿Qué piedra de eternidad
me hincaron en las entrañas?
¿Quién me desató la sangre
que así me derramaba?
... Aquella mañana de agosto,
solo y perdido en las cañas.
(perdonen que cambié el final)