SOMOS LOS SOBREVIVIENTES
(Si quieres divertirte con este extracto del Boletín de Femecon (de hace unos cuantos años), para interpretarlo, deberás haber nacido hasta 1950)
…Considere los cambios que hemos vivido.
Nosotros nacimos antes que la televisión, antes que la vacuna antipolio, antes que las comidas congeladas, los aviones jet, las copiadoras, los plásticos, los lentes de contacto, el FAX, los cierros abrojo y las píldoras anticonceptivas…
Somos anteriores a las tarjetas de crédito, las computadoras, la fusión del átomo, el rayo láser y el bolígrafo…
Somos anteriores al la medibacha, los lavaplatos, los hornos de microondas, los secarropas, los acondicionadores de aire, la ropa lavilista, la caminata del hombre en la luna…
Nosotros primero nos casábamos y después íbamos a vivir juntos. En nuestro tiempo los “muebles” eran muebles, y no hoteles de rotación rápida, las conejas eran animalitos y no chicas de una revista. Los blue-jeans eran azules y eran ropa de trabajo, no envases de glúteos y de todos los colores…
Tener relaciones era llevarse bien con los primos, y la dieta era algo para enfermos, y el ayuno parte de la Semana Santa.
Somos anteriores a los maridos “ama de casa”, a los derechos de los homosexuales, a las parejas elegidas por ordenador, carreras universitarias dobles, trabajos dobles, medicinas prepagas, hogares de ancianos y terapia de grupos…
Jamás oímos hablar de radios FM, pasacassetes, procesadores de palabra, corazones artificiales, yogurt con frutas o varo0nes usando aritos…
Para nosotros era estar con la novia muy juntitos, nada que ver con departamento de veraneo por semana o condominios…
La trucha era un pescado… Un programa era una “mina”, y la palabra soft-ware no existía… Copar era término de militares, y “made in Japan” era basura…
Las Hamburgers y el café instantáneo no existían, pero teníamos la fonda de la vuelta, el bife vuelta y vuelta, y el cortado del boliche del gallego de la esquina…
Nosotros llegamos a la sociedad cuando se podía comprar algo por 5 ó 10 centavos. Por 10 se comía un flor de helado, sin colorantes ni sabores artificiales, se andaban largos trechos en tranvía, se compraba una “Bilz” y se mandaba una carta o dos postales. Se compraba un auto nuevo por $3.500 y la nafta costaba 21 centavos el litro…
En nuestros días fumar estaba de moda para los hombres. La “hierba” era pasto y los ravioles la comida de los domingos… La Coca era una cosa nueva, que quería competir con la “Bidú”, la música era algo que se podía silbar u oírla despacito… Un bailable era algo lento para “chapar” y SIDA era un tipo resfriado pidiendo sidra…
Pero tenemos que enfrentarnos al presente… Somos la última generación que creyó que hacía falta un marido para tener un hijo… Como para no estar confundido, y hablar de brecha generacional… “maleducado” era lo peor que se podía decir a alguien en un enojo…
Pero SOBREVIVÍMOS, así que CELEBREMOSLO!...
(Si quieres divertirte con este extracto del Boletín de Femecon (de hace unos cuantos años), para interpretarlo, deberás haber nacido hasta 1950)
…Considere los cambios que hemos vivido.
Nosotros nacimos antes que la televisión, antes que la vacuna antipolio, antes que las comidas congeladas, los aviones jet, las copiadoras, los plásticos, los lentes de contacto, el FAX, los cierros abrojo y las píldoras anticonceptivas…
Somos anteriores a las tarjetas de crédito, las computadoras, la fusión del átomo, el rayo láser y el bolígrafo…
Somos anteriores al la medibacha, los lavaplatos, los hornos de microondas, los secarropas, los acondicionadores de aire, la ropa lavilista, la caminata del hombre en la luna…
Nosotros primero nos casábamos y después íbamos a vivir juntos. En nuestro tiempo los “muebles” eran muebles, y no hoteles de rotación rápida, las conejas eran animalitos y no chicas de una revista. Los blue-jeans eran azules y eran ropa de trabajo, no envases de glúteos y de todos los colores…
Tener relaciones era llevarse bien con los primos, y la dieta era algo para enfermos, y el ayuno parte de la Semana Santa.
Somos anteriores a los maridos “ama de casa”, a los derechos de los homosexuales, a las parejas elegidas por ordenador, carreras universitarias dobles, trabajos dobles, medicinas prepagas, hogares de ancianos y terapia de grupos…
Jamás oímos hablar de radios FM, pasacassetes, procesadores de palabra, corazones artificiales, yogurt con frutas o varo0nes usando aritos…
Para nosotros era estar con la novia muy juntitos, nada que ver con departamento de veraneo por semana o condominios…
La trucha era un pescado… Un programa era una “mina”, y la palabra soft-ware no existía… Copar era término de militares, y “made in Japan” era basura…
Las Hamburgers y el café instantáneo no existían, pero teníamos la fonda de la vuelta, el bife vuelta y vuelta, y el cortado del boliche del gallego de la esquina…
Nosotros llegamos a la sociedad cuando se podía comprar algo por 5 ó 10 centavos. Por 10 se comía un flor de helado, sin colorantes ni sabores artificiales, se andaban largos trechos en tranvía, se compraba una “Bilz” y se mandaba una carta o dos postales. Se compraba un auto nuevo por $3.500 y la nafta costaba 21 centavos el litro…
En nuestros días fumar estaba de moda para los hombres. La “hierba” era pasto y los ravioles la comida de los domingos… La Coca era una cosa nueva, que quería competir con la “Bidú”, la música era algo que se podía silbar u oírla despacito… Un bailable era algo lento para “chapar” y SIDA era un tipo resfriado pidiendo sidra…
Pero tenemos que enfrentarnos al presente… Somos la última generación que creyó que hacía falta un marido para tener un hijo… Como para no estar confundido, y hablar de brecha generacional… “maleducado” era lo peor que se podía decir a alguien en un enojo…
Pero SOBREVIVÍMOS, así que CELEBREMOSLO!...
