Ramon mis padres vivian en la calle los gorriones, y quiero recordar que vosotros viviais en las casas del tren y despues en las casas nuevas, creo que no fuimos a la misma escuela, pero seguro que nos conocemos, seguimos recordando el pasado. Saludos
Hola Antonio, veo que te acuerdas de la familia de Manuel y Josefa (Apolinar), es correcto lo que dices, nací y viví en las casillas del pintao (el tren) y luego pasemos a las casas nuevas. Por tus escritos en el foro, deduzco que eres mayor que yo posiblemente de la edad de Joseíco Zamora y seguramente muy amigo suyo, por edad y por vivir muy cerca de él, dado que su cortijo y los gorriones están muy cerca. A quien recuerdo muy bien que vivía en los gorriones, es a la familia de Pepe Cazorla a su mujer Josefa y los tres hijos varones, esta familia llegó allí si no recuerdo mal, procedente de Las Presillas Bajas.
LOS GORRIONES: cuantos recuerdos de su balsa y de la molineta con su incesante ruido quejumbroso al bajar y subir su eje, para descargar por su caño aquella limpia agua en la balsa, ¡cuantas! veces bebí en aquel caño; quien le puso el nombre al cortijo no lo tuvo difícil, solo con quedarse unos segundos en silencio y sentir el trino de cientos de estos pajarillos, ya tuvo el nombre: lo llamaré el cortijo de LOS GORRIONES. Precisamente ahora en este tiempo, al atardecer tienen por costumbre dormir en los árboles y cientos de metros antes de llegar al cortijo, se sentían los alegres trinos de estos pajarillos. Un bello recuerdo.
Saludos cordiales.
LOS GORRIONES: cuantos recuerdos de su balsa y de la molineta con su incesante ruido quejumbroso al bajar y subir su eje, para descargar por su caño aquella limpia agua en la balsa, ¡cuantas! veces bebí en aquel caño; quien le puso el nombre al cortijo no lo tuvo difícil, solo con quedarse unos segundos en silencio y sentir el trino de cientos de estos pajarillos, ya tuvo el nombre: lo llamaré el cortijo de LOS GORRIONES. Precisamente ahora en este tiempo, al atardecer tienen por costumbre dormir en los árboles y cientos de metros antes de llegar al cortijo, se sentían los alegres trinos de estos pajarillos. Un bello recuerdo.
Saludos cordiales.
