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RODALQUILAR: Don Leocadio me ha recordado usted una historia real....

Don Leocadio me ha recordado usted una historia real. En mis primeros años en el PARAÍSO un día íbamos de excursión con mi padre en el barquito "San Ginés I" que tenía un motorcito de cuatro caballitos marca TOMOS que creo que debiera ser de fabricación noruega. El cacharrillo le costaba siempre trabajo arrancar pero en cuanto se calentaba era como un diesel. Recuerdo que nos dirigíamos a San Pedro y acabábamos de pasar frente a Cala Hernández. De pronto desde uno de los yates que fondeaban en el entorno de la Cala de San Pedro observamos como una pareja de guiris de cierta edad no paraban de hacernos señales sin parar de enfocar a la superficie del agua junto a nosotros con unos prismáticos. El monstruo marino estaba a punto de cruzarse en nuestra ilusionada travesía. Con menos de cuatro metros de eslora nos pasó justo por babor un cetáceo que podía medir como tres veces la embarcación. Solo me vino la imagen de Moby Dick lanzando por los aires un barquito. Entonces nadie llevaba encima ninguna digital de uso instantáneo por lo que nunca tendré pruebas de tan impresionante visita. Pero de verás que aquello no fue miedo, fue algo más. Aunque el bicho no tuviera la más mínima intención nos pasó tan pegado que aquello no se me olvidará nunca. Ahora lo mejor y lo más higiénico: ni acercarse por allí. El monstruo es la superpoblación que había en la cala esta Semana Santa y el estado que puede presentar ese sitio. Alguien llegó a comentar que el Jueves Santo podría haber concentradas en la cala más de mil personas a base de viajes y viajes en el servicio marítimo que nos brinda la industria de Las Negras. Menudo despropósito. Qué pena que nos hayamos cargado en tan poco tiempo ese encanto de lugar. Qué mala es la codicia de la gente.
Aquello no es que no sea lo que fue; es que se lo han cargado literalmente. Doña Mari Carmen que tiene la posibilidad de estar más en contacto con el PARAÍSO nos lo podrá corroborar seguramente.
Una auténtica pena de sitio, y todavía hay gente que sigue vendiéndolo por tal de conseguir unas perras miserables.
Así nos luce el pelo. Entre unos y otros haber lo que les dejamos para poder disfrutar en el PARAÍSO a nuestros hijos. Existe un foro paralelo a este sobre San Pedro en que una señora nos describe la situación de forma clara y sin rodeos. Ojalá fuéramos mas educados y nos preocupásemos por conservar estos entornos. Pero el resultado es incluso peor que la picadora de Medio Ambiente.
A pesar de todo: " QUIEN NO CONOCE EL VALLE DE RODALQUILAR, NO CONOCE EL CIELO": Don Leocadio
Ginés Torres