Gracias Leocadio. Me alegro de que te guste lo que escribo, aunque la mayor parte de mis recuerdos no sean de tu época; yo era demasiado pequeño como para darme cuenta de nada, cuando tú estabas en Paraíso. También te agradezco el ánimo que me infundes para que continúe escribiendo. En la medida de lo posible continuaré con ello.
He leído el correo y como ya lo he dicho por aquí no es preciso repetirlo por el otro conducto.
Un cordial saludo para todo el mundo.
Gildo.
He leído el correo y como ya lo he dicho por aquí no es preciso repetirlo por el otro conducto.
Un cordial saludo para todo el mundo.
Gildo.