Amigo Leocadio. Ayer tuve el gran honor de hablar con Curro y el hombre me empapó de recuerdos del PARAÍSO. Qué gente más grande ha dado esta tierra maravillosa. Y el hombre tiene que contarnos muchas cosas en esta casa, la recámara la tiene cargada. Esto ya es una realidad, amigo Leocadio. Todos esos niños (que algunos podían ser mis padres) les ha llegado al corazón las cosas que especialmente habéis narrado Leocadio y Ramón. Y ya no se trata de nostalgia del pasado sino de inmensa alegría de reencontarse con los hermanos y hermanas de su tierra. Solo hace falta que muchos de ellos den el primer paso y simplemente escriban su nombre o pseudónimo y escriban dos letras. Qué más da si tienen faltas de ortografía: incluso así quedaría más enriquecida esta casa.
Un abrazo a todos los amantes del PARAÍSO.
Un abrazo a todos los amantes del PARAÍSO.