Compramos energía a futuro

RODALQUILAR: Amigo Leocadio, estamos y estaremos siempre contigo....

Amigo Leocadio, estamos y estaremos siempre contigo. En parte por mi interés personal, que no voy a negar nunca, me preocupa especialmente el futuro del entorno del Playazo. Desde esta casa entre todos siempre hemos denunciado las barbaridades de la pista de hormigón, la saturación del aparcamiento de los coches, el hormiguero de sombrillas de la playa, las caravanas al pie del cerrico Romero... Este verano (y no es el primero) la basura invita a las avispas a hacernos compañía y saborear a picotazos la piel de nuestros niños pequeños. Si este es el futuro de nuestro Paraíso ojalá un antepasado de estas tierras en el año 1922 cuando tuvo en sus manos el destino de ese camino no hubiera cedido en sus intenciones de no autorizar el paso. Pero aquellas personas tenían la necesidad de pasar y ahora, muchos de los que pasan, arrasan y destruyen, y nuestra queridísima Administración de Medio Ambiente, en su línea: dejar pasar y dejar hacer. Algún día nos tocará vigilarla amigo Leocadio pero con misiones diferentes a las de aquellos servicios que nos recuerdas, y de la misma manera que siento no haber estado presente con los últimos buceadores de la Polacra (mi hermano y mi amigo Carlos) para echar por patas a los delincuentes que se cargaron el cortijo de mi familia, algún día alguien tendrá que poner fin a esta destrucción ya pronosticada. Y creo que si no lo paramos quienes amamos y sentimos esta tierra, nadie va a tener el más mínimo interés en detener esta barbarie. No estaría de más que quienes competen cortarán el acceso en el entorno de la Ermita y quien quiera Paraíso patas quiero o a coger la mountain bike. Y de la seguridad ya nos encargaremos algunos con el centro de control en el cortijo a 500 metros de la playa. Todos sabemos que hoy en día lo que engancha es el hormigón arrasando paraísos. Pero si este no fuera el futuro a medio plazo de este maravilloso pedazo de tierra, ¿a quién le interesa entonces consentir esta destrucción?
Un abrazo, amigo Leocadio.