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RODALQUILAR: Ha pasado tiempo desde que en este foro se escribieron...

Ha pasado tiempo desde que en este foro se escribieron unas cuantas notas referidas al Cortijo del Playazo, una por Leocadio Bordón Palenzuela y otra por mi primo José Gines Torres Torres. A los dos quiero contestar y añadir algunas notas sobre estas tierras.
Yo nací en Almería cuando mi padre, Antonio Torres, era médico de la mina, allá por el año 1940. Después nos trasladamos a vivir a la provincia de Murcia y allí residimos hasta ahora. Pero mis recuerdos de Rodalquilar están muy vivos porque desde mi infancia pasé casi todos los veranos en el cortijo, sobre cuyo nombre hay diversas opiniones. Mi padre era memorioso y muy contador de historias y, por el amor que le tenía a esta tierra, siempre nos hablaba de todo lo que sabía de ella.
Creo que el nombre por el que se le conocía entre las gentes de Rodalquilar era el Cortijo de Los Cuadreros, ya que ellos eran los apareceros que teníamos. Por lo que cuenta Ginés del hombre que se le acercó a preguntarle por su padre, tendría que ser Eusebio, el segundo de los hijos del tío Manuel y la tía María (como nosotros los llamábamos familiarmente). Otros de los hijos de los aparceros, y que yo conocí, fueron Pepe, Paco y Antonio, pero esos murieron hace mucho tiempo.
Dejamos de ir por el cortijo en el año 1963, a partir de ese momento pasábamos los veranos en las playas de Murcia sin olvidar nunca la hermosura del Playazo.
Pasaron los años y fueron mis hijos los que me hicieron volver por Rodalquilar. Normalmente fuimos alquilando casas por la zona: el Cuarenta, los apartamentos de Guadalquilar, hasta que se nos ocurrió la idea de restaurar el cortijo. El proyecto que se presentó a Medio Ambiente era una reproducción de lo que fue, dentro de los límites que antes tenía. Con todos los permisos se empezó la obra, pero por una denuncia en el Ayuntamiento de Níjar se nos acusó de que habíamos cometido una irregularidad, cambiar la ubicación de la obra, del sitio en que estaba nuestra casa a la parte que correspondía a las cuadras. Eso fue todo. Intentamos razonar con Medio Ambiente y, sin previo aviso, fue derribado; como dice Ginés para ponernos como ejemplo del cumplimiento de las normas, mientras que en Rodalquilar por esas fechas, de una aljibe surgió una casa. Creo que nuestro error fue confiar en que, si guardábamos la estructura externa de la obra y se reproducía lo que había sido, no ocurriría nada.
Estuve dos años sin volver y, cuando lo hice, lloré amargamente. Ahora he conseguido una casa en Rodalquilar y, ya jubilada, es mi sitio de recreo, donde evoco aquellos años de niña que tenía la playa por suya, que saltaba por aquellas rocas y que salía a mariscar con sus hermanos. Todavía recuerdo hasta los sitios donde poníamos los pies para no caernos.
No sé si me he extendido demasiado, pero al ver el foro y leer tantas cosas sobre aquella tierra a la que le tengo tanto cariño, no he resistido la tentación de contar esta triste y, al mismo tiempo, hermosa historia.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Quisiera saludar a mi prima Adriana y felicitarle por contar esa hermosa historia todavía inacabada, que algún día la Administración se encargó de entristecernos a todos
(incluso a personas que no eran de la familia pero para mí como si lo fueran). Aprovecho estas líneas una vez más para denunciar la labor destructiva de una administración que ha ido derribando cortijos dotados de un gran valor histórico y arquitectónico y ello no nos debe obligar a dejar de luchar por recuperar un patrimonio que ... (ver texto completo)