"La Molata dominando a sus habitantes", RODALQUILAR

"... Las visitas que hacía con mi padre al cortijo eran para controlar a unos hippies que estuvieron unos años habitándolo autorizadamente (que buenamente dejaron su huella plantando numerosos cactus) y después intentando evitar que lo ocuparan ciertos individuos peligrosos (alguien lo llegó a denominar el Cortijo de los Okupas)..."