Los dias se hacen cada vez mas cortos, la luna mas fria, y el aliento mas extraño y cansado.los parrales se reencuentran con la hoja caduca y la uva espera a que las manos expertas y arrugadas del jornalero las recoja para la pisa (asi es como llega el otoño a ohanes) A medida que se camina por las calles uno se tropieza con olores de vino, chumbo, esparto, tomillo...porque aunque no se vean esos son los residuos de la infancia resumidos en los cinco sentidos que nos atrapan. El blanco deslumbrante de sus fachadas, la tierra pesada de su coto, o las arrugas semblantes de los que todavia hoy se dejan la piel en su tierra.y la cuesta del cementerio tan pesada que hasta hay que pensarselo dos veces para subir al muerto. Unos que vienen y otros que iran.