A Miguel Quintero:
Querido Miguel, aun recuerdo tus palabras de aliento en la puerta de la Ermita de la Virgen de las Angustias, te estaba contando el problema de mi mujer en su lucha contra el maldito CANCER, con tus sabias palabras me realizaste una terapia que no olvidare mientras viva, pues me diste el valor suficiente para afrontar este problema, me enseñaste que con ganas de vivir se suele vencer la mayoria de las veces. Eso mismo te digo yo a ti, lucha y ten mucha fe, que Dios hara el resto.
Un abrazo muy fuerte de toda mi familia y esperamos verte pronto por nuestro pueblo que es el tuyo.
Antogato.
Querido Miguel, aun recuerdo tus palabras de aliento en la puerta de la Ermita de la Virgen de las Angustias, te estaba contando el problema de mi mujer en su lucha contra el maldito CANCER, con tus sabias palabras me realizaste una terapia que no olvidare mientras viva, pues me diste el valor suficiente para afrontar este problema, me enseñaste que con ganas de vivir se suele vencer la mayoria de las veces. Eso mismo te digo yo a ti, lucha y ten mucha fe, que Dios hara el resto.
Un abrazo muy fuerte de toda mi familia y esperamos verte pronto por nuestro pueblo que es el tuyo.
Antogato.