A veces el destino es cruel, y cuando empezamos a vivir la vida con esa tranquilidad que da la familia y los amigos, va y nos enseña su lado mas triste. Pero Diego, yo te sigo recordando con esa felicidad que siempre transmitiste a los demas, ahora te reuniras con tu amigo Ramon Lozano y entre los dos pedireis por todos estos fondoneros que no os olvidan y que siempre os llevaran en el corazon.
Antogato.
Antogato.