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Respuestas para José Mel Z..L.:

A Juan Jacobo Varela Caparina, en la Facultad de Letras, lo apodaban Mariposa (no sabemos si por el significado de su segundo apellido o por su afan de vuelo).
Acabo de descubrir a este personaje, en una novela de Fulgencio Arguelles, ' El palacio azul de los ingenieros belgas', por cierto magnifica novela. ¿Se sabe algo más de la vida de este personaje?
Gonzalez Peña, acompañado de Juan Jacobo Varela Caparina, visito las obras justo el dia que las aguas soltaron su fuerza sobre las turbinas para que los generadores produjeran la corriente que ilumuno las primeras bombillas. Se subio al muro del embalse mas alto, se desabrocho los botones de la camisa y durante unos minutos comtemplo embobado cada uno de los rincones de aquel paisaje extraordinario. Tenia el pelo lacio y partido en dos por una raya casposa y blanca, el rostro sin brillo y con arrugas ... (ver texto completo)
He llegado casualmente a esta página buscando algo sobre un nombre que aparece en la novela de Fulgencio Argüelles "El palacio azul de los ingenieros belgas" y encuentro la copia literal de las páginas 205 a la 228 sin citar ni obra ni autor. No comprendo el motivo ni de la copia ni de su aparición en esta wexb, pero lo que menos puedo aceptar es la copia sin citar al autor. Espero que, en algún momento, José Mel Z. L. dé alguna explicación sobre lo que aquí expongo.
Miguel Ángel Fernández Martín
Hola y buenas tardes para todos.
Bueno puesto que segun veo hoy va de mineros, voy a poner el mi granin de arena.
La canta Gerardo Orviz, no se si el autor es él o sera otra persona, pero eso ye igual.

Madre que ye lo que pasa
con los hermanos mineros.
Porque duermen en iglesies
cual si fueran pordioseros.

Ye que non tienen sus casas ... (ver texto completo)
Hola, José, buenos días, me gustaría conocer quién es el autor de este poema de los mineros de la madre y el niño, les ruego si conocer su autoría o bien si es anónimo me lo hagan saber. Mi correo electrónico es manudor@gmail. com
Me llamo Manuel Núñez y vivo en <sevilla
<gracias, saludos
Juan Damasceno andaba solo, sumergido en un angustioso silencio, como un castaño centenario de cavernas infinitas a quien han despojado de todo el verdor de sus ramas. Llego a machacarse los dedos de un pie, delante del capataz Avelino Llameral (en lo que nadie dudo en interpretar como un fortuito accidente), para no tener que subir cada mañana hasta la mina. Se entrego entonces a la extraña tarea de construirles un gallinero a las cuatro gallinas que deambulaban sin hogar por el huerto y alli se ... (ver texto completo)
Juan Damasceno Corralon Antayo se fue haciendo hermetico. Dejo de afeitarse. Su mirada se torno extraviada y escurridiza. Lo envolviendo una densa nube de total indiferencia por todo lo que no fuera el gallinero o los paños humedos de Clara. Parecia estar entregado al inedulible cumplimiento de alguna misteriosa ultima voluntad.
Una mañana se cruzo en las escaleras con Amelia Chanzaina. Esta lo sujeto por el brazo y le dijo que el celebro se le estaba llenando de telarañas. El, sin atreverse a mirarla, ... (ver texto completo)
Seguia multiplicandose anarquicamente la fronda de ligustros y helechos, el ejercito de ortigas y cambroneras y los batallones perennes de encantos, sobre las innumeras capas de hojarasca putrefacta, mientras el reuma conturbaba la orientacion de los cuerpos, que se arrastraban por las cuestas pedregosas en busca de la atalaya resolana de las fuentes.
Los humildes colirrojos tizones abarrotaban los alfeizares en busca de los restos de borona. Los altivos colirrojos reales, sin embargo, surcaban ... (ver texto completo)
Juan Damasceno andaba solo, sumergido en un angustioso silencio, como un castaño centenario de cavernas infinitas a quien han despojado de todo el verdor de sus ramas. Llego a machacarse los dedos de un pie, delante del capataz Avelino Llameral (en lo que nadie dudo en interpretar como un fortuito accidente), para no tener que subir cada mañana hasta la mina. Se entrego entonces a la extraña tarea de construirles un gallinero a las cuatro gallinas que deambulaban sin hogar por el huerto y alli se ... (ver texto completo)
Praxedes y Rufo se sentaban por las noches frente a la ventana del callejon a repasar fatigas y enhebrar presentimientos. Desde que don Jacinto, el medico, les habia advertido que lo de Clara podia acabar en lo peor, los dos padecian un insomnio desolador que algunas noches les hacia velar sus inquietudes hasta el amanecer.
Praxedes Moro, por debajo de los parpados, fue criando unas ojeras lividas y abohetadas, los huesos de la cara se le hicieron mas evidentes y andaba todo el dia ensimismada por ... (ver texto completo)
Seguia multiplicandose anarquicamente la fronda de ligustros y helechos, el ejercito de ortigas y cambroneras y los batallones perennes de encantos, sobre las innumeras capas de hojarasca putrefacta, mientras el reuma conturbaba la orientacion de los cuerpos, que se arrastraban por las cuestas pedregosas en busca de la atalaya resolana de las fuentes.
Los humildes colirrojos tizones abarrotaban los alfeizares en busca de los restos de borona. Los altivos colirrojos reales, sin embargo, surcaban ... (ver texto completo)
En el taller de Remedios se hacian calados, entredoses, filetones, recamos, escamadas, estofos y lomillos y, a veces, hasta chocolate con churros o suspiros de limon. Por alli andaban Digna Emerita y su hermana Remedios, las tres Odaliscas, Aida y Soledad, Felicitas Varela y las castellanas Lucia Pascual y Zenaida Cordero.
A Remedios Guisasola, ciertamente, le quedaba lejos el jardin ambarino donde su padre inventaba sofismas sobre la humanidad de las rosas, pero no pasaba una tarde sin que recordara ... (ver texto completo)
Praxedes y Rufo se sentaban por las noches frente a la ventana del callejon a repasar fatigas y enhebrar presentimientos. Desde que don Jacinto, el medico, les habia advertido que lo de Clara podia acabar en lo peor, los dos padecian un insomnio desolador que algunas noches les hacia velar sus inquietudes hasta el amanecer.
Praxedes Moro, por debajo de los parpados, fue criando unas ojeras lividas y abohetadas, los huesos de la cara se le hicieron mas evidentes y andaba todo el dia ensimismada por ... (ver texto completo)
Hola, tienes que poner mas datos, para intentar orientarte, por aqui, como puedes ver, anda poca gente en estos momento, pero hay otras paginas donde puede que encuentres lo que buscas.
Hola, esta página a penas funciona, pero hay otras páginas en Facebook, como: Somos de Turón, Turón patria querida, Turoneses por el mundo, en la que podíais entrar. Me acuerdo de tu madre y de tu tía Diamantina... en esa foto yo no estoy, porque bajaba a mieres a hacer el Bachillerato, pero las conozco a casi todas y a la hermana Mercedes... No se si tu madre se acordará de mi, dile que me llamo Marisol y vivía en el puente nuevo debajo de Benito el cartero. Besinos para las dos.
En el taller de Remedios se hacian calados, entredoses, filetones, recamos, escamadas, estofos y lomillos y, a veces, hasta chocolate con churros o suspiros de limon. Por alli andaban Digna Emerita y su hermana Remedios, las tres Odaliscas, Aida y Soledad, Felicitas Varela y las castellanas Lucia Pascual y Zenaida Cordero.
A Remedios Guisasola, ciertamente, le quedaba lejos el jardin ambarino donde su padre inventaba sofismas sobre la humanidad de las rosas, pero no pasaba una tarde sin que recordara ... (ver texto completo)
Vaya, vaya un libertario por estos foros, especie rara, en vías de extinción. Me gusta lo que escribes.
Alvarina Odalisca tenia los gestos afilados, un cierto arrebol permanente en las mejillas y el inconfundible olor de los espigones de maiz en el cuerpo.
Eliseo Fernandez Barrial, el pacato mellizo de la afable Maria Gloria, se hizo novio de Alvarina Odalisca. Fue una forma de salir del tedio, el macanismo util para burlar por un tiempo la rueda de la desidia (el milagro del amor que rompe con el monotono concierto del tiempo y la eterna letania del hastio).

De mi pecho surgen gritos de alegria
y ... (ver texto completo)
En el taller de Remedios se hacian calados, entredoses, filetones, recamos, escamadas, estofos y lomillos y, a veces, hasta chocolate con churros o suspiros de limon. Por alli andaban Digna Emerita y su hermana Remedios, las tres Odaliscas, Aida y Soledad, Felicitas Varela y las castellanas Lucia Pascual y Zenaida Cordero.
A Remedios Guisasola, ciertamente, le quedaba lejos el jardin ambarino donde su padre inventaba sofismas sobre la humanidad de las rosas, pero no pasaba una tarde sin que recordara ... (ver texto completo)
Hola y buenas tardes para todos.
Jose Ramon, me alegra saber de tus padres y que estan ahi con vosotros, es mejor asi, pues me parece que ya no seria oportuno dejarlos solos, hay que cuidar de ellos todo lo que sea, pues bien se lo merecen.
Ale un abrazu para todos vosotros.
Buenas Jose Mel. Como lo sabes que estoy contento pues los tengo cerquia y un dia como hoy haremos una barbacoa y celebraremos la romeria de los Martires en la distancia.
Un abrazu fuerte y suerte.
Hola y buenas tardes Jose Ramon, bueno, pues por esti nuestru norte, por fin se nos fue el calor y nos llego el agua, ¡quien pudiera decir que ya lo estabamos deseando!, increible pero cierto, pues pasamos unos cuantos dias de mucho calor.
Por lo demas, todo normal, que no es poco.
Tambien para ti un fuerte abrazu.
Buenos dias Jose Mel. Por aquí tambien refresca un poco a la noche y el calor no apreta tanto por lo que disfrutamos lo que podemos de este clima tan suabe.
Mis padres estan ya aquí con nosotros y todos tan felices.

Un abrazu fuerte desde es sur.
Placida Iglesias siguio transmitiendole a Julia Odalisca los deseos de perdon de su padre (el reprobo Fidel, madreñero ilustre), pero esta no atendia a razones y continuaba afirmando que ella se pasaba los asuntos de los muertos por lo mas blando de su noble horcajadura.
En cuanto Julita Odalisca supo que el espectro de su padre andaba por alli dando que hablar y que la gente sostenia que, por el bien de la parroquia, no deberia de contrariarse la voluntad de los muertos, reunio a todos sus hijos ... (ver texto completo)
Alvarina Odalisca tenia los gestos afilados, un cierto arrebol permanente en las mejillas y el inconfundible olor de los espigones de maiz en el cuerpo.
Eliseo Fernandez Barrial, el pacato mellizo de la afable Maria Gloria, se hizo novio de Alvarina Odalisca. Fue una forma de salir del tedio, el macanismo util para burlar por un tiempo la rueda de la desidia (el milagro del amor que rompe con el monotono concierto del tiempo y la eterna letania del hastio).

De mi pecho surgen gritos de alegria
y de mi alma rafagas de luz.

Eliseo Fernandez sabia de epanadiplosis, concatenaciones y retruencanos (que el lenguaje sufre de muchas y muy raras enfermedades).
El poeta Eloiseo lo mismo hacia versos saficos que quintillas, lo mismo le escribia un romance a la santa Menedora como llenaba papeles con endechas, espineles y silvas dedicadas a la memoria mitologica del bosque o a la impotencia de los recuerdos. Pero lo que mas hinchaba la complacencia literaria de Eliseo era discurrir sonetos para su adorable Alvarina.
El mellizo Eliseo debia su habilidad, en gran parte, a las enseñanzas del maestro Conrado Varela, que descubrio muy pronto las inclinaciones liricas del mellizo.
El maestro Conrado Varela le habia regalado a Eliseo un manual de Literatura Preceptiva, y Practica Comparada para que siguiera cultivando el arte de la poesia.
En casa del maestro Conrado Varela tambien los dias y las noches se iban deslizando, como en un arroyo de palida luz, sin dejar mas rastro que el cansancio de los huesos.
En aquellas aromaticas noches del verano lluvioso, con la Escuela cerrada y el torpor de la inactividad abotargando los cuerpos, Remedios Guisasola y Conrado Varela se sentian envejecer por momentos. Quedaban muy lejos aquellas azafranadas tardes de otoño, en el jardin ambarino de la casa del bienquisto profesos Nicario Guisasola, con el sabor de los azules vientos marinos en las palabras, cuando el joven maestro, con su traje de lino, cortejaba a la ruborosa Remedios, que bordaba interminables manteles de panama sin levantar la mirada mas que para ahuyentar, de vez en cuando, los malos pensamientos. Y tambien quedaba lejos, muy lejos, aquellas sesiones en el cinematografo Fandiño, a donde se acercaban a ver La mascara de los dientes blancos o Los misterios de Nueva York.
Conrado Varela iba matando algo el tiempo con las sesiones que dirigia, en el recien creado Ateneo Minero, sobre aritmetica y geografia.
Remedios Guisasola enseñaba, por las tardes, las tecnicas del bordado y la pasamaneria a las jovenes del pueblo. ... (ver texto completo)
Y los dias iban pasando sobre Peñafonte al mismo ritmo invariable que lo habian hecho siempre. El tedio de cada dia arrastraba tras de si la impostura de cada noche y asi se iba hilvanando sobre los hogares encogidos la letania del tiempo.
El viento flagelaba los arroyos y la lluvia iba gastando irremisiblemente la tierra.
Las gentes guardaban las penas cerca de los contentos, la profusa resignacion al lado de la exigua violencia (que la humedad hace a los hombres mansos de corazon) y la pasion ... (ver texto completo)
Placida Iglesias siguio transmitiendole a Julia Odalisca los deseos de perdon de su padre (el reprobo Fidel, madreñero ilustre), pero esta no atendia a razones y continuaba afirmando que ella se pasaba los asuntos de los muertos por lo mas blando de su noble horcajadura.
En cuanto Julita Odalisca supo que el espectro de su padre andaba por alli dando que hablar y que la gente sostenia que, por el bien de la parroquia, no deberia de contrariarse la voluntad de los muertos, reunio a todos sus hijos ... (ver texto completo)
-Escucha, hombre melancolico, no malgastes tu tiempo en mendigar explicaciones para tus desconciertos. La Tierra se mueve a gran velocidad y es normal que los hombres andeis por ella siempre trastabillantes. A los arboles se les caen las hojas y a vosotros se os desperdigan los pensamientos.
-No intentes, hombre de mirada inmovil, recomponer tus recuerdos, pues estan demasiado adulterados por la angustia, retorcidos en una historia incompleta, inacabados como los sueños.
-No te empeñes en ver ni ... (ver texto completo)
Y los dias iban pasando sobre Peñafonte al mismo ritmo invariable que lo habian hecho siempre. El tedio de cada dia arrastraba tras de si la impostura de cada noche y asi se iba hilvanando sobre los hogares encogidos la letania del tiempo.
El viento flagelaba los arroyos y la lluvia iba gastando irremisiblemente la tierra.
Las gentes guardaban las penas cerca de los contentos, la profusa resignacion al lado de la exigua violencia (que la humedad hace a los hombres mansos de corazon) y la pasion ... (ver texto completo)
Se besaron con melancolia, degustando la dicha de estar cerca, evitando el suspiro, mezclando en la humedad de los labios lo real y lo imposible. Las leyes de este mundo se resquebrajaban, una y otra vez, sin ningun efecto aparente, lo mismo se parte la roca mas dura que se desgarra el corazon mas potente, ayer sesteaba en el patio el balanceo de lo imposible y hoy se intercambia el calor real de los cuerpos, y mañana seguira lloviendo sobre la tierra sin que se sepa muy bien el porque, quiza para ... (ver texto completo)
-Escucha, hombre melancolico, no malgastes tu tiempo en mendigar explicaciones para tus desconciertos. La Tierra se mueve a gran velocidad y es normal que los hombres andeis por ella siempre trastabillantes. A los arboles se les caen las hojas y a vosotros se os desperdigan los pensamientos.
-No intentes, hombre de mirada inmovil, recomponer tus recuerdos, pues estan demasiado adulterados por la angustia, retorcidos en una historia incompleta, inacabados como los sueños.
-No te empeñes en ver ni ... (ver texto completo)
A la viuda Dulce Nombre de Maria le estaba latiendo el corazon con mucha celeridad y con no demasiada misericordia haciendola olvidar el desatino de ciertas intenciones.
-Perdoname Dulce, por pensar solo en mi.
-Hace un momento yo pensaba en ti, sentada en la mecedora de mimbre. Quiza mi alma, si ha de penar algun dia, lo haga sobre esa mecedora de mimbre.
Ella tambien estaba sola, pero comprendia que su soledad no era la misma que la de Juan. Ella poseia mas capacidad para disfrutar al maximo ... (ver texto completo)
Se besaron con melancolia, degustando la dicha de estar cerca, evitando el suspiro, mezclando en la humedad de los labios lo real y lo imposible. Las leyes de este mundo se resquebrajaban, una y otra vez, sin ningun efecto aparente, lo mismo se parte la roca mas dura que se desgarra el corazon mas potente, ayer sesteaba en el patio el balanceo de lo imposible y hoy se intercambia el calor real de los cuerpos, y mañana seguira lloviendo sobre la tierra sin que se sepa muy bien el porque, quiza para ... (ver texto completo)
- ¿Y ahora? ¿Llevo algo escrito en la frente?
Aquella pregunta a Juan le sonaba a desafio. Se fue hacia la ventana. Estaba empezando a llover. El tonto Alarico corria, apurado, detras de una vaca, camino de la fuente. Comenzaba a revivir el rojo-y-negro de los tejados. Brillaba al fondo el maiz. Penso que las palabras deberian ser libres y ligeras y no zambullirse para siempre en el tremedal de la memoria. Se volvio.
- ¡Venga, dime que lees en mi frente!
-No se, tal vez desencanto.
A Amelia le ... (ver texto completo)
Saludos yocayu
Dulce Nombre se arrodillo ante el y le cogio las manos. Estaban frias y asperas y las acaricio con profunda delicadeza. Juan trato de besarla, pero ella se incorporo para evitar el contacto.
-No eres justo, Juan.
-Me encuentro solo.
- ¡Que sabras tu de soledad!
-Siempre estuve solo en medio de la gente.
Dulce Nombre busco referencias para sostener su amor y encontro cientos de ellas, pero todas demasiado etereas, animicas, casi magicas, ninguna que pudiera aclarar su indecision. Por un momento ... (ver texto completo)
A la viuda Dulce Nombre de Maria le estaba latiendo el corazon con mucha celeridad y con no demasiada misericordia haciendola olvidar el desatino de ciertas intenciones.
-Perdoname Dulce, por pensar solo en mi.
-Hace un momento yo pensaba en ti, sentada en la mecedora de mimbre. Quiza mi alma, si ha de penar algun dia, lo haga sobre esa mecedora de mimbre.
Ella tambien estaba sola, pero comprendia que su soledad no era la misma que la de Juan. Ella poseia mas capacidad para disfrutar al maximo cada momento y saborearlo despues, bajo el tilo, en las horas vacias. Recordo las caricias de Maura, la explosion de ternura de sus cuerpos ardientes, el delicado placer del misterio desvelado, y sintio cierta culpa cosquilleandole el cuerpo. Entonces añadio a su amor por Juan un nuevo sentimiento, el de la compasion, y como tanto el amor como la piedad provocan ternura, la hermosa Dulce Nombre, agobiada por el alboroto de un corazon desbocado, desparramo, sin ninguna consideracion, un copioso manantial de ternura sobre la angustiosa soledad de Juan Damasceno.
Juan se dejo acariciar y besar como un niño herido.
Ninguno de los dos habia sabido burlar las comandulas de la vida y, en su relacion, siempre extraña, solo se habian comprometido con la posesion de cada instante (perdido uno en la busqueda de verdades supuestamente mas consistentes e indefensa la otra ante la certidumbre del amor efimero). A Juan le habian asediado los remordimientos y a Dulce la desesperanza. Son destinos que se cruzan y no aciertan a sostener su mutua falta de consistencia.
-No debemos empezar de nuevo. No podria soportarlo.
-No, claro que no. ... (ver texto completo)
-Pareces estar puesta por el cielo para indicar el camino a los extraviados.
-Por aqui no pasa nadie. Solo algun loco como tu que confunde el camino. ¿Que quieres?
- No lo se.
Dulce Nombre lo miro fijamente a los ojos, como dejando en ellos prendido algun ancestral mensaje, y entro en casa.
El follaje de los helechos que rondaba las tapias murmuro algo y los sapos enmudecieron.
Juan recordo los dias en que Ursula le obligaba a beber, en ayunas, aquel brebaje infernal de leche de burra, trebol ... (ver texto completo)
Dulce Nombre se arrodillo ante el y le cogio las manos. Estaban frias y asperas y las acaricio con profunda delicadeza. Juan trato de besarla, pero ella se incorporo para evitar el contacto.
-No eres justo, Juan.
-Me encuentro solo.
- ¡Que sabras tu de soledad!
-Siempre estuve solo en medio de la gente.
Dulce Nombre busco referencias para sostener su amor y encontro cientos de ellas, pero todas demasiado etereas, animicas, casi magicas, ninguna que pudiera aclarar su indecision. Por un momento penso en confesarle todo a Juan, gritarle que ella podria tener la solucion a tanta soledad, en sus entrañas, creciendo despacio (como crecen los resalvos, elegidos entre un millon, sobre la ojarasca del bosque). Pero amaba demasiado a aquel hombre para someterlo a un nuevo desconcierto.
-Yo tambien me siento sola.
-Mi soledad es una forma de vida. Nunca pude quitarmela de encima, desde que llegue a este pueblo montado en el caballo del cura Lubencio. La sentia crecer a mi lado en las noches de insomnio provocadas por la presencia de una madre durmiendo con los ojos abiertos. La sentia en la escuela, cuando el maestro Conrado hablaba del misterioso origen de la vida. Y en las tardes lluviosas, en la Rectoral, aprendieno (como dice Felicia) el inutil idioma de los angeles, incomitatus. El latin solo me ha servido para inflar de suntuosidad los dialogos conmigo mismo. Tambien en la guerra africana, disparando sin saber el porque ni contra quien, en aquellas tierras del otro mundo, baldias y ardientes. Si hay infierno debe de andar por aquellos lugares. Muerdo cada dia mi soledad atrapado en el polvo de la rampa y, estos dias, delante de la cama de Clara, escuchando su tos farraqgosa que me retuerce la voluntad.
-Parece que te lo hayas aprendido de memoria para venir a soltarmelo aqui.
-Claro que me lo se de memoria. Si, quiza haya venido a eso.
- ¿A que?
-A contarte lo solo que estoy. ... (ver texto completo)
-He visto muy buenas rosas en el huerto, contra la pared trasera de la caballeriza. Has de llevarle algunas a Orestes, cuando escampe, y de paso limpias un poco aquello, que las hierbas ya estan tapando la losa.
Seguia lloviendo sobre el farrago de los vivos y sobre el sosiego de los muertos. El monte se llenaba de argayos y el pueblo de barro. (El barro es como la costra del desden que llena la tarde).
La beata Maria Felicia, que llevaba en su bocio insolente la señal inequivoca del respeto a ... (ver texto completo)
-Pareces estar puesta por el cielo para indicar el camino a los extraviados.
-Por aqui no pasa nadie. Solo algun loco como tu que confunde el camino. ¿Que quieres?
- No lo se.
Dulce Nombre lo miro fijamente a los ojos, como dejando en ellos prendido algun ancestral mensaje, y entro en casa.
El follaje de los helechos que rondaba las tapias murmuro algo y los sapos enmudecieron.
Juan recordo los dias en que Ursula le obligaba a beber, en ayunas, aquel brebaje infernal de leche de burra, trebol ... (ver texto completo)
-Mauricia, te amo. Soy un esclavo encadenado al ritmo melodioso de tus caderas, a la radiante armonia de tu mirada y a tu acrisolada voz de rocio que inspira, cada noche, las quejumbrosas notas de un violin.
-No digas tonterias, Jacobo, y anda para fuera que aun es pronto para empezar a despachar aguardiente.
-No es aguardiente lo que yo te pido, y tu lo sabes, posadera, sino amor, ese amor que arde en tus ojos y consume hasta el jugo de las flores.
-Pues no quiero que vuelvas por aqui si no es ... (ver texto completo)
-He visto muy buenas rosas en el huerto, contra la pared trasera de la caballeriza. Has de llevarle algunas a Orestes, cuando escampe, y de paso limpias un poco aquello, que las hierbas ya estan tapando la losa.
Seguia lloviendo sobre el farrago de los vivos y sobre el sosiego de los muertos. El monte se llenaba de argayos y el pueblo de barro. (El barro es como la costra del desden que llena la tarde).
La beata Maria Felicia, que llevaba en su bocio insolente la señal inequivoca del respeto a ... (ver texto completo)
- ¿Y ahora? ¿Llevo algo escrito en la frente?
Aquella pregunta a Juan le sonaba a desafio. Se fue hacia la ventana. Estaba empezando a llover. El tonto Alarico corria, apurado, detras de una vaca, camino de la fuente. Comenzaba a revivir el rojo-y-negro de los tejados. Brillaba al fondo el maiz. Penso que las palabras deberian ser libres y ligeras y no zambullirse para siempre en el tremedal de la memoria. Se volvio.
- ¡Venga, dime que lees en mi frente!
-No se, tal vez desencanto.
A Amelia le ... (ver texto completo)
-Mauricia, te amo. Soy un esclavo encadenado al ritmo melodioso de tus caderas, a la radiante armonia de tu mirada y a tu acrisolada voz de rocio que inspira, cada noche, las quejumbrosas notas de un violin.
-No digas tonterias, Jacobo, y anda para fuera que aun es pronto para empezar a despachar aguardiente.
-No es aguardiente lo que yo te pido, y tu lo sabes, posadera, sino amor, ese amor que arde en tus ojos y consume hasta el jugo de las flores.
-Pues no quiero que vuelvas por aqui si no es ... (ver texto completo)
Tomas parecia un hombre nuevo. Amelia le habia cortado el pelo, arreglado la barba y sustituido los faragüeyos por camisas nuevas. Habia incluso algo de risueño en su nuevo empaque.
Amelia llevaba el pelo corto y unos pendientes de azabache con colgaduras de oro que su padre habia recuperado para ella de la arqueta de cerezo con herrajes de cobre y bordes laqueados donde dormian, entre hojas secas de asquerilla y polvo, todos los enseres y recuerdos de la difunta Emelinda.
Amelia tenia un rostro ... (ver texto completo)
- ¿Y ahora? ¿Llevo algo escrito en la frente?
Aquella pregunta a Juan le sonaba a desafio. Se fue hacia la ventana. Estaba empezando a llover. El tonto Alarico corria, apurado, detras de una vaca, camino de la fuente. Comenzaba a revivir el rojo-y-negro de los tejados. Brillaba al fondo el maiz. Penso que las palabras deberian ser libres y ligeras y no zambullirse para siempre en el tremedal de la memoria. Se volvio.
- ¡Venga, dime que lees en mi frente!
-No se, tal vez desencanto.
A Amelia le ... (ver texto completo)
Clara Luz Fernandez Moro parecia triste y decaida, aunque conservaba cierta frescura en los perfiles del rostro. La fiebre no abandonaba su cuerpo, ya muy fragil, y la tos arreciaba cada noche con mas fuerza.

-A veces me acompañaba Digna Emerita, cuando llevaba las vacas a pastar a los prados de Los Pontones. Nos sentabamos juntas sobre la hierba a imaginar cosas tristes y llorabamos con gran sentimiento para derramar muchas lagrimas que nos lamiamos mutuamente en el angulo de los ojos, que es ... (ver texto completo)
Tomas parecia un hombre nuevo. Amelia le habia cortado el pelo, arreglado la barba y sustituido los faragüeyos por camisas nuevas. Habia incluso algo de risueño en su nuevo empaque.
Amelia llevaba el pelo corto y unos pendientes de azabache con colgaduras de oro que su padre habia recuperado para ella de la arqueta de cerezo con herrajes de cobre y bordes laqueados donde dormian, entre hojas secas de asquerilla y polvo, todos los enseres y recuerdos de la difunta Emelinda.
Amelia tenia un rostro ... (ver texto completo)
-Al madreñero Fidel Odalisco, el padre de Julia Odalisca, lo sorprendio la tormenta a la altura de la vieja mina de la Esquilera y en ella se refugio, pero un rayo le hizo justicia y la tierra se le vino encima sin que le diera tiempo ni a cerrar los ojos; el que se habia pasado el tiempo haciendo madreñas de aliso y gaxapos de abedul para evitar el peligro de trabajar en las minas.
-Al padre de Efren Alonso y marido de Humbertina, don Porfirio, se lo comieron los lobos en el Puerto de San Isidro. ... (ver texto completo)
Clara Luz Fernandez Moro parecia triste y decaida, aunque conservaba cierta frescura en los perfiles del rostro. La fiebre no abandonaba su cuerpo, ya muy fragil, y la tos arreciaba cada noche con mas fuerza.

-A veces me acompañaba Digna Emerita, cuando llevaba las vacas a pastar a los prados de Los Pontones. Nos sentabamos juntas sobre la hierba a imaginar cosas tristes y llorabamos con gran sentimiento para derramar muchas lagrimas que nos lamiamos mutuamente en el angulo de los ojos, que es ... (ver texto completo)
Hay merito sin elevacion; pero no hay elevacion sin merito.

FRANCOIS DE LA ROCHEFOUCAULD.
El merito de los hombres tiene su razon, como los frutos.

FRANCOIS DE LA ROCHEFOUCAULD.
La mentira extiende descaradamente sus alas y la verdad ha sido proscripta; las cloacas estann abiertas y los hombres respira su pestilencia como un perfume.

STEFAN ZWEIG.
El merito para los snobs, es hacer siempre descubrimientos. Asi han llegado al dadaismo, al cubismo y a otras especies semejantes.

PIO BAROJA.
-Dios tiene escritas, en las palmas de sus manos, las vidas de todos nosotros. Las manos de Dios deben de ser algo asi como ese cielo desmedido que se ve desde la Peña del Cuervo en los dias despejados. Unas veces Dios escribe con la derecha y otras con la izquierda, mas que nada, para que la dicha y el dolor esten algo repartidos. El Señor Dios de los cielos tiene muchos menesteres y por eso, a veces, sin mala intencion, se le olvida lo que escribe de un dia para otro, y asi la vida de algunos anda ... (ver texto completo)
-Al madreñero Fidel Odalisco, el padre de Julia Odalisca, lo sorprendio la tormenta a la altura de la vieja mina de la Esquilera y en ella se refugio, pero un rayo le hizo justicia y la tierra se le vino encima sin que le diera tiempo ni a cerrar los ojos; el que se habia pasado el tiempo haciendo madreñas de aliso y gaxapos de abedul para evitar el peligro de trabajar en las minas.
-Al padre de Efren Alonso y marido de Humbertina, don Porfirio, se lo comieron los lobos en el Puerto de San Isidro. ... (ver texto completo)
Hola y buenas tardes Jose Ramon, por aqui lo son pues estamos teniendo un tiempin muy majo.
Tambien desde esti Cantabrico de nuestros amores, un fuerte abrazu para los que andais por el Mare Nostrun.
Buenos dias Jose Mel. Por estos lares hoy nos empieza el calor ya y dicen que llega el Terral, que es un aire muy caliente que te hace quedarte en casa hasta tarde o estar a lado del mar.
Un abrazo fuerte y a disfrutar de los dias majos que tengais por ese cantabrico maravilloso.
Se iba el sol, satisfecho, entre una albarrada de nubes plomizas.
El viento comenzaba a escupir letanias sobre la vida gastada del Peñafonte remoto, escondido, olvidado de Dios.
Se iban formando las letanias sobre el olor ancestral de los helechos. Las quejas de los hombres, los murmullos del bosque, los dolores del reuma, las insidias del cielo, el rebollar del arroyo, las chin-chirrinas de los niños debajo de la higuera o el ajetreo de duendes alborotando el maiz. Todo iba conformando las letanias ... (ver texto completo)
-Dios tiene escritas, en las palmas de sus manos, las vidas de todos nosotros. Las manos de Dios deben de ser algo asi como ese cielo desmedido que se ve desde la Peña del Cuervo en los dias despejados. Unas veces Dios escribe con la derecha y otras con la izquierda, mas que nada, para que la dicha y el dolor esten algo repartidos. El Señor Dios de los cielos tiene muchos menesteres y por eso, a veces, sin mala intencion, se le olvida lo que escribe de un dia para otro, y asi la vida de algunos anda ... (ver texto completo)
Las manchas que Julia Odalisca tenia en el rostro eran sombras de hastio. Llego una noche el demonio (con disfraz de padre) a husmear en su lecho, cuando aun sus pechos eran tiernos serpollos, y desde entonces nunca pudo llorar ni reir. Apenas habia media docena de arrugas en el rostro de aquella mujer, pero su envejecimiento era evidente, quiza por el uso abusivo de tanto silencio, quiza por esa soledad inconfesable de sentirse infeliz hasta la muerte.
-A los muertos, Placida, me los paso yo por ... (ver texto completo)
Se iba el sol, satisfecho, entre una albarrada de nubes plomizas.
El viento comenzaba a escupir letanias sobre la vida gastada del Peñafonte remoto, escondido, olvidado de Dios.
Se iban formando las letanias sobre el olor ancestral de los helechos. Las quejas de los hombres, los murmullos del bosque, los dolores del reuma, las insidias del cielo, el rebollar del arroyo, las chin-chirrinas de los niños debajo de la higuera o el ajetreo de duendes alborotando el maiz. Todo iba conformando las letanias ... (ver texto completo)
Hola Jose Ramon, buenas tardes, hoy consegui poder con la pereza y asomar un poco por aqui, me alegro de que tu sigas, yo intentare pasar de la pereza y asomar algo mas.
Hola Jose Mel. Me alegra que aparcaras la pereze y sobretodo leerte por este foro. Como bien dices yo sigo aunque algun dia tambien con pereza.
Un abrazu muy fuerte desde el Mediterraneo para el Cantabrico.
A Placida Iglesias, la madre del tonto Alarico, le daban mucho respeto los asuntos de los muertos. No en vano aseguraba que a ella la habia preñado su difunto esposo, la Noche de Todos los Santos, para escarmiento de todos los vivos (siempre tan descreidos e irreverentes con las cosas de Dios).
Placida Iglesias, viuda de Escandon, hacia muy bien los buñuelos de maiz y el pastel de castañas. De eso (y de poco mas) iba viviendo. Tambien hacia, de encargo, casadielles, suspiros y rosquillas de anis ... (ver texto completo)
Las manchas que Julia Odalisca tenia en el rostro eran sombras de hastio. Llego una noche el demonio (con disfraz de padre) a husmear en su lecho, cuando aun sus pechos eran tiernos serpollos, y desde entonces nunca pudo llorar ni reir. Apenas habia media docena de arrugas en el rostro de aquella mujer, pero su envejecimiento era evidente, quiza por el uso abusivo de tanto silencio, quiza por esa soledad inconfesable de sentirse infeliz hasta la muerte.
-A los muertos, Placida, me los paso yo por ... (ver texto completo)
Hola mozu, buenes tardes.
Bueno, pues primero me vinieron los pitufinos unos cuantos dias, fueron dias muy guapos, despues se marcharon y llego la tristeza, luego la añoranza y la pereza, y al fin lo mande a paseo y por aqui ando otra vez.
Si que estamos teniendo muy buen tiempu (hoy no), para lo que estamos acostumbraos por aqui, haber hasta cuando dura.
Ya ley que tus papis estan en casa, me alegro de que lo disfruten, se lo merecen
y deseo que sigan disfrutandolo unos cuantos años mas.
Ala, ... (ver texto completo)
Hola. Jose Mel. Un abrazu fuerte pa ti tambien.
Por aquí ya llevamos un tiempu de verano pero aun no hace mucho calor.
Mis padres ya estan preparando la maleta y en unos dias estan en Turón, este año si echaron una buena campaña y yo los veo muy bien, como que les viene bien pasar los inviernos mas suaves del sur.
Me alegra volver a leerte.
Hola Jose Ramon, buenas tardes.
Hola Jose Mel. Buenas noches
Hoy hable con mi tia que vive en Gijón y se que no os podeis quejar eh?. menudo verano teneis.

Un abrazu.
La posadera Mauricia Costales siempre entraba sonriente por el porton de aquel patio.
Mauricia Costales se levantaba temprano a ponerles el almuerzo a loa arrieros. Luego limpiaba el chiogre, arreglaba las caballerizas, subia a despertar a Veredigna para mandarla a la escuela, terciaba el colchon (con la meada) sobre la galeria y, por ultimo, levantaba a su tio Leon (de quien ya sabemos que las noches sin estrellas dormia sin conocimiento).

-Dile a tu hija Veredigna que debe orinar nueve veces ... (ver texto completo)
A Placida Iglesias, la madre del tonto Alarico, le daban mucho respeto los asuntos de los muertos. No en vano aseguraba que a ella la habia preñado su difunto esposo, la Noche de Todos los Santos, para escarmiento de todos los vivos (siempre tan descreidos e irreverentes con las cosas de Dios).
Placida Iglesias, viuda de Escandon, hacia muy bien los buñuelos de maiz y el pastel de castañas. De eso (y de poco mas) iba viviendo. Tambien hacia, de encargo, casadielles, suspiros y rosquillas de anis ... (ver texto completo)
Afuera, el alba riscaba las ultimas sombras. Comenzaba la adtividad en los lavaderos.
El capataz, Avelino Llameral, observaba la faena desde su pequeña caseta. El capataz era un hombre de muy buen corazon y de sanas y ocurrentes inclinaciones. Era una suerte para aquellas gentes de San Roque tener un capataz tan noble y bondadoso como Avelino Llamedal.
-Don Avelino, que la vagoneta me ha espachurrado un pie.
-Anda, pasa a la caseta que te cure y tes vas a casa. Yo te apuntare el jornal.
-Don ... (ver texto completo)
La posadera Mauricia Costales siempre entraba sonriente por el porton de aquel patio.
Mauricia Costales se levantaba temprano a ponerles el almuerzo a loa arrieros. Luego limpiaba el chiogre, arreglaba las caballerizas, subia a despertar a Veredigna para mandarla a la escuela, terciaba el colchon (con la meada) sobre la galeria y, por ultimo, levantaba a su tio Leon (de quien ya sabemos que las noches sin estrellas dormia sin conocimiento).

-Dile a tu hija Veredigna que debe orinar nueve veces ... (ver texto completo)
Hola y buenas tardes Jose Ramon.
No te puse esto antes, pues me llamaron para otra cosa y no pude seguir aqui.
Me alegro de seguir leyendote por aqui, seguimos solos, pero ye igual, nosotros, erre que erre, ya terminaran llegando mas, pues son muchos los que anden cerca y angun dia se decidiran.
Bueno, un abrazu y hasta mañana.
Buenas tardes Jose Mel. Tienes toda la razón nosotros erre que erre. Un abrazo muy fuerte desde el Sur.
Las gentes del lavadero (ancianos, mujeres y niños) entraban una hora mas tarde y salian casi al oscureceer, cuando entraban los entibadores o mamposteros. Por la noche realizaban su faena barrenistas y dinamiteros.
El capataz, Avelino Llaneza, iba contando las lamparas y los mineros se iban perdiendo, con traviesas y railes, entre cuadros de madera que sujetaban la tierra pizarrosa.
A Eliseo Fernandez, cuando entraba en la mina, se le ocurrian versos muy estimables, pero como no podia anotarlos ... (ver texto completo)
Afuera, el alba riscaba las ultimas sombras. Comenzaba la adtividad en los lavaderos.
El capataz, Avelino Llameral, observaba la faena desde su pequeña caseta. El capataz era un hombre de muy buen corazon y de sanas y ocurrentes inclinaciones. Era una suerte para aquellas gentes de San Roque tener un capataz tan noble y bondadoso como Avelino Llamedal.
-Don Avelino, que la vagoneta me ha espachurrado un pie.
-Anda, pasa a la caseta que te cure y tes vas a casa. Yo te apuntare el jornal.
-Don ... (ver texto completo)
Hola y buenas tardes para todos.
Si Jose Ramon, lo cierto ye que ye muy guapo egercer de güelu, sobre todo con tres pitufinos como los que yo tengo.
El buen tiempu sigue, haber si dura mientras que vosotros andeis por aqui.
Buenas tardes Jose Mel ya veoque tienes tres nietos, de lo que me alegro, pues te dire que yo también tengo dos una nieta de ocho años y un nietu de cinco y tengo muchas ganas que llege mayo para estar con ellos, pues ya hace mucho tiempo que no los veo nada desde octubre,
Hola y buenas tardes para todos.
Si Jose Ramon, lo cierto ye que ye muy guapo egercer de güelu, sobre todo con tres pitufinos como los que yo tengo.
El buen tiempu sigue, haber si dura mientras que vosotros andeis por aqui.
Buenos dias Jose Mel. Ya estoy de regreso en Torremolinos. Y Los 5 dias que pase en Turón fueron buenos. Disfrute mucho del tiempo y de la gente. Un abrazu fuerte y a continuar egerciendo de guelu.
A Adrian le gustaba mucho la viuda Dulce, pero se le hacia demasiado inalcanzable. El era el hijo de la mujer mas pobre de Peñafonte y ella la hermosa viuda de don Lazaro Alonso. (Hay sueños que solo sirven para apurar el tiempo).
Juan Damasaceno, imperterrita expresion, mirada siempre inmovil, intentaba conjurar su preterito imperfecto. (Hay pensamientos que son como telas de araña y hombres a quienes pesan sus recuerdos de forma desatinada, quiza porque no encuentran ordenados todos los eslabones ... (ver texto completo)
Las gentes del lavadero (ancianos, mujeres y niños) entraban una hora mas tarde y salian casi al oscureceer, cuando entraban los entibadores o mamposteros. Por la noche realizaban su faena barrenistas y dinamiteros.
El capataz, Avelino Llaneza, iba contando las lamparas y los mineros se iban perdiendo, con traviesas y railes, entre cuadros de madera que sujetaban la tierra pizarrosa.
A Eliseo Fernandez, cuando entraba en la mina, se le ocurrian versos muy estimables, pero como no podia anotarlos ... (ver texto completo)
Frutos Carralon, hombre pacato y de poco hablar, superviviente de cuatro desprendimientos, encabezaba el grupo de mineros que subia hacia Cueto Moran.
A su espalda, el indolente Haroldo Fernandez Paz, grande como un desconsuelo, saboreaba aun el beso en la frente de Maria Gloria. A Haroldo le reconfortaba sobre manera el beso que cada mañana, antes de partir, le dejaba en la frente su esposa Maria Gloria. Lo reconfortaba incluso mas que cantarle las cuarenta al arriero Juan Villamanin.
Al lado ... (ver texto completo)
A Adrian le gustaba mucho la viuda Dulce, pero se le hacia demasiado inalcanzable. El era el hijo de la mujer mas pobre de Peñafonte y ella la hermosa viuda de don Lazaro Alonso. (Hay sueños que solo sirven para apurar el tiempo).
Juan Damasaceno, imperterrita expresion, mirada siempre inmovil, intentaba conjurar su preterito imperfecto. (Hay pensamientos que son como telas de araña y hombres a quienes pesan sus recuerdos de forma desatinada, quiza porque no encuentran ordenados todos los eslabones de la cadena, pues cadenas son las vidas de los hombres, para unos simples brejuquillos que llevan con indiferencia, para otros calamiyeras que soportan con resignacion ejemplar y para algunos, como Juan Damasceno, estrenques penosos que provocan la constante rebelion contra uno mismo).
- ¿Que tal paso Clara la noche?
- Tosiendo mucho.
Rufo Fernandez llevaba la mina en las cuencas de los ojos. Brillaban con el rocio sus cicatrices azules. El aire frio le entraba por la nariz, se cristalizaba y le goteaba por los arcos de las aletas agrietandole los labios.
Rufo Fernandez, ademas de en sus ojos, tambien llevaba la mina en sus pulmones.
Se apartaron del camino de Riofarta y tomaron un sendero estrecho, que cruzaba las frondas de Cueto Moran.
Ante ellos se alzaba, sobre las matas de los ligustros, los eucaliptos erguidos hacia un cielo que empezaba ya a clarear.
El barro recibia sus pasos y los enterraba despues. Aquellos hombres iban esparciendo sus huellas siempre por los mismos leganales.
Pronto aparecieron los prados llamados de Rocellanos. La explotacion del carbon de toda aquella zona habia sido cedida por Lazaro Alonso al marques de Comillas. Desde la muerte de Lazaro, su viuda, Dulce Nombre de Maria, recibia los arriendos de la Compañia de Minas del Norte.
A las siete de la mañana todos los picadores, paleros y vagoneros debian estar en sus puestos de trabajo. Siete horas y media de fatigas. No contaba el tiempo desde la bocamina hasta el tajo. Desde Casares y Pedregal algo mas. De Santibañez, a dos horas de camino, venian pocos.
En San Roque habia dos bocaminas (la Nueva y la Vieja o de los Raposos). Cada una constaba de la galeria principal, que descendia en suave pendiente, y varias galerias transversales, algunas de las cuales comunicaban la Mina Nueva con la Mina Vieja. Esta ultima tenia galerias hasta de un kilometro.
Todo era como un bostezo amargo de la tierra verde. ... (ver texto completo)
Hola Antonio, gracias por el saludo, gracias por la visita, pero sobre todo gracias por ponerme esta foto, es el dia que nacio ese nieto mio, tenia veinte minutos en ese momento, ahora ye tiene tres años y esta hecho un diablillo, pero muy guapo, eso si.
Tambien para ti un saludo y vuelve cuando quieras.
Que bien tas egerciendo de guelu.
Hola y buenas tardes para todos.
Bueno ayer toco funeral en la capi, Benedicta, de Castañir, muy buena persona y muy buena familia, pero la vida ye como ye, D. E. P.
Seguimos con buen tiempu, haber hasta cuando.
Buenas noches Jose Mel. Me alegra que continueis con buen tiempo, que continue asi que la semana que viene yo andare por Turón.
Un saludo desde el sur.
Habia dejado de llover. Era la hora incierta del amanecer. Las nubes se iban destrizando poco a poco. Habia retales de niebla desperdigados por los castañedos de Cueres. Un manto de vapor ascendia desde la hiojarasca buscando la luz.
Alla iban los mineros, pateando el barro, a tomar el camine de Riofarta, en direccion a las frondas de Cueto Moran, en donde se abria, osada, la mina de San Roque.
Iban silenciosos, aspirando el rocio, tadavia calientes las imagenes del sueño.
Peñafonte quedaba atras, ... (ver texto completo)
Frutos Carralon, hombre pacato y de poco hablar, superviviente de cuatro desprendimientos, encabezaba el grupo de mineros que subia hacia Cueto Moran.
A su espalda, el indolente Haroldo Fernandez Paz, grande como un desconsuelo, saboreaba aun el beso en la frente de Maria Gloria. A Haroldo le reconfortaba sobre manera el beso que cada mañana, antes de partir, le dejaba en la frente su esposa Maria Gloria. Lo reconfortaba incluso mas que cantarle las cuarenta al arriero Juan Villamanin.
Al lado ... (ver texto completo)
Hola y buenas tardes para todos.
Bueno pues ya son cuatro dias seguidos de sol por Xixon, ¡que coses mas rares pasen por aqui!, y por lo que leo por otros sitios en Turon tambien, haber hasta cuando dura.
Ale un abrazu y hasta luego.
Hola Jose Mel. Que bien que tengais esti veranin, disfrutailu y a ver si continua que la semana que bien tare yo unos días en Turón.
La lluvia llenaba de himnos el callejon de la casa de Praxedes Moro y Rufo Fernandez. Praxedes (niebla y leyenda) y Rufo (temple y carbon), con la ventana del callejon entreabierta, sentian como se les iba arrugando la vida.
-Es como si los corazones ya no funcionaran con sangre sino con lluvia.
¿Por que dices eso mujer?
- Porque laten sin proporcion, descompuestos por tanto barro y no crian sino inclemencias.
-A don Jacinto parece preocuparle que no termine de alejarse el peligro.
-Tambien ... (ver texto completo)
Habia dejado de llover. Era la hora incierta del amanecer. Las nubes se iban destrizando poco a poco. Habia retales de niebla desperdigados por los castañedos de Cueres. Un manto de vapor ascendia desde la hiojarasca buscando la luz.
Alla iban los mineros, pateando el barro, a tomar el camine de Riofarta, en direccion a las frondas de Cueto Moran, en donde se abria, osada, la mina de San Roque.
Iban silenciosos, aspirando el rocio, tadavia calientes las imagenes del sueño.
Peñafonte quedaba atras, ... (ver texto completo)
Hola y buenas tardes.
Bueno, pues despues de pelear con el tiempu, con Tele Cable y con la pereza, de nuevo me asomo un poco por aqui.
Ramon, me alegro de volver a verte por aqui. Aqui, al fin tambien tenemos sol, ya era hora que estamos como si fuera en remojo.
Me alegro de que este por ahi, y de que esteis bien.
Ale un abrazu.
Buenos dias Jose Mel. Me alegra que ya todo este en calma. El tiempo y Telecable, lo de la pereza ya ye otra cosa a todos nos ataca en un momento, pero bueno como esto no ye un trabajo duro ni hay que fichar pues na cuando nos deje la pereza aparecemos. Un abrazu fuerte y a disfrutar del buen tiempu.