Mensajes de VALLECAS (Madrid) enviados por G X Cantalapiedra:

PRESUMES DE SER FULERO
No busques horas complejas,
ni sueñes con el dinero,
a veces lanzas las quejas
por sentirte pordiosero.
Presumes de ser fulero
cuando lanzas tus razones,
y vas buscando dinero
entre negras sensaciones.
Los fanfarrones se callan
en los momentos fatales,
y sus conciencias estallan
cuando se sienten normales.
El fulero va clamando
sus amores sin pereza,
dicen que llega azotando
con su temida torpeza.
Ser fulero nunca vale
si quieres seguir triunfando,
nadie le dará la clave
para seguir caminando.
No te fíes del fulero
que siempre llega fardando,
vendrá buscando el dinero
del amor que va buscando.
Fulero con sus mentiras
que las llegará contando,
en sus tan penosas giras
todo se lo ira callando.
El fulero vende sueños
que nunca son realidades,
en sus momentos risueños
teme las calamidades.
Fulero de hipocresía
que nunca cuenta verdades,
su maldita letanía
es signo de falsedades.
G X Cantalapiedra. ... (ver texto completo)
NOCHES EN LA CARRETERA
Aquel camionero que se pasó noches enteras en la carretera, su vida de hombre soltero, la llevo a cabo sin desearse casar, y cuando los años se le echaron encima, intento cambiar de vida, incluso estuvo a punto de dejar su oficio de camionero, y buscar algo de trabajo en la ciudad, más era muy difícil, sus largas horas circulando por toda España, y cargando y descargando mercancías por distintos lugares, le habían hecho un hombre duro, más las noches sin dormir, con las carreteras ... (ver texto completo)
VALLECAS NO TIENE CULPA
Vallecas no tiene culpa
de sus negros desvaríos,
ni su fama le disculpa
de ser zona de extravíos.

Vallecas deja sus huellas
en multitud de momentos,
se viven horas muy bellas
sin conocer sufrimientos. ... (ver texto completo)
MIRADAS DESCONFIADAS

El tren circula deprisa
entre miradas inciertas,
tememos todos la brisa
de aquellas personas muertas.

Las mochilas las vigilas
con miedo a su contenido,
hay seres que les perfilas ... (ver texto completo)
AQUEL NIÑO DE VALLECAS

Aquel niño de Vallecas
que me enseñó su camino,
sin saber nada de becas
noté su don de adivino.

Se han pasado muchos años
que pisé sus tristes calles,
se borraron los peldaños ... (ver texto completo)