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OYON: Mira Teo, yo se que hay quien dice que el destino nos...

BUENOS DÍAS A TODOS

Nuestra vida ya está escrita
en el libro del destino,
con una tinta imborrable
en hojas de pergamino.
Sin saltar ninguna página
leamos con atención
porque hay momentos de gloria
escrito en algún renglón.

SEAN FELICES CON ESA LECTURA

Disfrutemos cada renglón
hasta llegar al final

Buenos días ARIES, tienes mucha razón en eso que dices que Nuestra vida ya está escrita
en el libro del destino, con una tinta imborrable, ya te contare el por que te digo esto ahora no te lo puedo decir, así que procuremos ser lo mejor que podamos por que si hay algo allí arriba en cualquier momento nos pueden pedir cuentas, y nos tiene que dar tiempo a hacer los deberes, bueno amiga pasa un buen dia y disfruta de el fin de semana,
un abrazo

Mira Teo, yo se que hay quien dice que el destino nos lo marcamos nosotros mismos, yo respeto esas opiniones, pero estoy completamente convencida que lo que nos tenga que pasar, ya esta predestinado, y nada ni nadie puede evitarlo por muchas vueltas que demos.

Creo que ya en otra ocasión puse una de las historias que mi padre nos contaba al amor de la lumbre, nunca la he olvidado, pero es que realmente creo que es así, no podemos esquivar a la suerte.

Esta es la historia de Juanillo que mi padre nos contaba

JUANILLO Y LA MUERTE

Había una vez, un hombre que tenía una taberna. Un día la muerte se presentó a buscarlo, y le dijo, venga Juanillo que te tienes que venir conmigo, el hombre muy asustado le contestó, por favor déjame un par de días para que arregle unas cosas que tengo pendiente, después vienes y me iré contigo.

De acuerdo, te doy dos días, el miércoles a las diez en punto estaré aquí a buscarte.

Cuando la muerte se fue, Juanillo salió corriendo y se fue a buscar a San Pedro. Mira Pedro que ha venido la de la guadaña y me ha dicho que vendrá a buscarme el miércoles sin falta, ¿Qué puedo hacer? Y le dijo San Pedro, mira, lo que tienes que hacer es vestirte de mujer, te pones un pañuelo en la cabeza que te cubra bien y así cuando venga a buscarte no te reconocerá y tendrá que marcharse sin ti.

Así lo hizo, se vistió con “sayas y chambra” de mujer, se cubrió bien la cabeza con un pañuelo y se puso en un rincón del bar.

Cuando llegó la muerte le pregunto a la mujer de Juanillo por él y esta le dijo; pues esta mañana se marcho al pueblo vecino a comprar vino, y todavía no ha vuelto.
Entonces la muerte echó un vistazo por la taberna y viendo a la mujer en el rincón dijo; bueno pues ya que no está Juanillo, para no hacer el viaje en balde me llevo a la vieja que está en el rincón.

Y de esta forma aun sin saberlo, se llevó lo que vino a buscar. ¡Nadie escapa a su destino!

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.