Que bien le tiene que venir a los cereales este tiempo, agua no mucha cae pero con los días se irán cubriendo sus necesidades, calor para que el trigo y las cebadas vayan cogiendo de la tierra bien abonada y con el agua caída esa sabia que necesitan para crecer y mas tarde dar ese fruto en forma de granos diminutos para elaborar ese pan blanco tan exquisito, que lozanos se pondrán con este agua que casi todos los días en poca cantidad vemos aparecer en nuestros campos, para que en su tiempo se empiecen a revolcar, por efectos del aire que les sopla y el peso de la cabeza que les impide estar derechos, hasta que en su momento se empiece a poner un rubio llamativo que indica que es el momento apropiado para la cosecha, y entonces los labradores obtendrán su triunfo, el producto obtenido del cuidado que le han otorgado a esos cereales que allí por el mes de Octubre o Noviembre sembraron, y lo están cuidando como si de una joya se tratara, esperemos que todo lleve su paso su ritmo hasta que el momento de la cosecha llegue,
