Sus calles empedradas conducen
al Santuario de
Santa María, cuya triple cabecera
se edificó en los siglos
XI-XII sobre una iglesia prerrománica.
Ya en el siglo XIV
se levantó la nave gótica y se
rodeó de hermosas galerías y
torres almenadas, de las que
sólo se conservan dos. La
puerta principal, de la segunda
mitad del siglo XIV, es
una de las mejores obras del
gótico navarro.
En su interior se pueden
contemplar un cáliz de
plata dorada con esmaltes,
donado por Carlos III en
1394, una sillería rococó
realizada en 1774, así como
una bella talla de la Virgen,
fechada en 1190 y forrada de
plata en el XIV. Se trata de
una de las imágenes más
bellas y antiguas de la imaginería
románica navarra. A su
lado descansa el corazón de
Carlos II, rey navarro de la
casa de Evreux, quien profesaba
una gran devoción por
la Virgen de Ujué.
al Santuario de
Santa María, cuya triple cabecera
se edificó en los siglos
XI-XII sobre una iglesia prerrománica.
Ya en el siglo XIV
se levantó la nave gótica y se
rodeó de hermosas galerías y
torres almenadas, de las que
sólo se conservan dos. La
puerta principal, de la segunda
mitad del siglo XIV, es
una de las mejores obras del
gótico navarro.
En su interior se pueden
contemplar un cáliz de
plata dorada con esmaltes,
donado por Carlos III en
1394, una sillería rococó
realizada en 1774, así como
una bella talla de la Virgen,
fechada en 1190 y forrada de
plata en el XIV. Se trata de
una de las imágenes más
bellas y antiguas de la imaginería
románica navarra. A su
lado descansa el corazón de
Carlos II, rey navarro de la
casa de Evreux, quien profesaba
una gran devoción por
la Virgen de Ujué.
