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UJUE: "Que vuelva, y que la podamos ver"...

"Que vuelva, y que la podamos ver"
- LA IGLESIA SANTA MARÍA LA REAL DE UJUÉ YA SE ENCUENTRA VACÍA, SIN LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE UJUÉ. AYER, 150 DEVOTOS LE DIERON SU ÚLTIMO ADIÓS ANTES DE TRASLADARLA A LA CATEDRAL DE PAMPLONA, DONDE PERMANECERÁ DURANTE LOS PRÓXIMOS DOS AÑOS.
IÑIGO SALVOCH/MARTA OLCOZ. UJUÉ/PAMPLONA Miércoles, 8 de octubre de 2008 -
UNA despedida y dos peticiones. Porfirio Zaratiegui Ayesa, vecino de Ujué de 70 años, le dijo adiós a la Virgen de Ujué ayer a las cinco de la tarde. La imagen permanecerá durante los dos próximos años en la catedral de Pamplona mientras se restaura el interior del santuario de Santa María la Real de Ujué. Zaratiegui le pidió a la Virgen que vuelva a Ujué y que él lo pueda ver. Estas dos plegarias también las tuvieron otros fieles que se acercaron ayer hasta el santuario procedentes de Ujué, Pitillas, Tafalla y Olite, entre otros.

La "sencilla, familiar y sentida" despedida, según palabras del párroco, José Luis García Pellejero, comenzó con la Salve. Muchos de los devotos, arropados entre el ábside central y los dos laterales (la parte románica del santuario) no dejaron de llorar e hicieron uso de sus pañuelos. En el altar, y junto al párroco, se encontraban Luis Oroz, vicario de Pamplona; y Javier Ecay Armendáriz, responsable de las obras de la diócesis.

Uno de los momentos más emocionantes fue cuando Jesús Itúrbide Ayesa, vecino de Ujué de 69 años y que piensa estar estos dos años "de luto", comenzó a cantar la jota Y es morenica y galana. El resto le acompañó. Quienes perdieron la voz fueron Charo Valencia Janices, de 72 años, y Sole Espejo Zafra, tafallesa de 64 años. "Siempre que paso un mal momento me llevo la mano a la medalla", expresó Espejo.

Diego Esquíroz Gutiérrez, de 27 años, acudió con su madre, sus dos tías y su abuela desde Tafalla a la despedida. "Mi abuela tiene ya 90 años y puede que sea la última vez que la vea. Ya no hace viajes de este tipo, pero éste merecía la pena", comentó el joven.

"No llegamos a la catedral"

Durante el acto se cantó la Salve; Reina, la más hermosa; Y es morenica y galana; y Adiós Reina del cielo. Al terminarla, Ignacio Luis Carro Marco, de 61 años y miembro de la Hermandad de los Doce Apóstoles de Tafalla, gritó: " ¡Viva la Virgen de Ujué!". Estaba emocionado: "Ha sido más duro que cuando decimos adiós en la romería", aseguró Carro. También se emocionó Juli Valencia Pernaut, de 79 años, ya que recordó a su marido, Polito Ibáñez Izco, porque hubieran cumplido ayer 55 años de casados.

Tras el último canto, los trabajadores de Empresa Catedral C. S. P. (Conservación y Servicios para el Patrimonio) comenzaron a descender la talla de madera de aliso recubierta de plata del pedestal de 3 m. Durante el embalaje, varios fotógrafos y devotos descubrieron cómo se protegía la imagen para los 55,7 km que separan Ujué de Pamplona. Ante tanta expectación y tantos ojos alrededor de la mesa del altar donde se colocaban los elementos de la imagen el vicario de Pamplona repitió varias veces: " ¡No vamos a llegar a la catedral". Mientras, se cubría la talla con papel especial neutro.

A María Antonia Burgui Izco, vecina de Ujué de 66 años, le molestó tanta cámara: "Hubiera preferido no verla así y con tanta cámara. Hacen su labor, pero es demasiado". En cambio, Florentino Valencia Larrondo, de 79 años, no quitaba ojo a cómo los dos técnicos cerraban la caja de madera con protección térmica (a una temperatura de 17º, como en el santuario y en la catedral; y al 65% de humedad, también como en ambos casos).

Los 7 alumnos del colegio de Ujué permanecieron atentos. Estos jóvenes ejercieron de periodistas e intentaron que no se les escapara ningún detalle. Más les vale ya que su profesora, Esther Leza Ongay, les ha propuesto hacer un periódico con los mejores acontecimientos de este año. "He visto que la gente lloraba mucho", comentaba María Ochoa Remón, de 7 años.

A las 18 horas, la imagen salía por las puertas del templo y le seguían sus fieles. Jesús Itúrbide cerró las puertas de la iglesia. Blanca Alcuaz Goyen, de 73 años, con una rosa blanca en la mano, acompañó a su Virgen hasta el camión isotermo y climatizado. "Se harán largos los dos años. Ojalá volviera a aparecer la paloma (la leyenda cuenta que un pastor se encontró la talla en una cueva ya que una paloma entraba y salía constantemente de ésta) y nos la trajera de nuevo", propuso.

Los dos trabajadores introdujeron la caja en el camión con la ayuda de Ignacio Barbet Zulet, vecino de Eslava; y los dos ujuetarras Antonio de Fuentes Gómez y Ángel Remón San Martín. Otros se acercaron al camión y le cantaron de nuevo Adiós Reina del cielo.

El camión salió de Ujué a las 18.10h. sin protección de Policía Foral pero con un seguro (del que no se ha concretado su precio) pagado por el Arzobispado a la aseguradora Casa Umas. En ese momento, y desde la una de la tarde, llovía en Ujué. "Yo creo que el cielo también ha echado alguna lagrimica y no sólo los devotos", aseguró la alcaldesa de la localidad, María Jesús Zoroza Ugalde. El vehículo marchó hasta Tafalla. A su paso por la ciudad del Cidacos, pocos fueron los vecinos que se percataron de qué camión se trataba. Los que sí se dieron cuenta mandaron besos y saludaron sonrientes hacia el camión.

Adiós en la intimidad

La despedida oficial en Ujué era a las cinco de la tarde. Pero algunos vecinos aprovecharon la intimidad de la mañana para darle su adiós. Francisco Garde San Martín, de 46 años, y Rosi Garnica Río, dejaron de trabajar media hora antes para estar en el templo a solas. A las 12.30h, Ángeles Villar Salaberri, de 76 años, Blanca Alcuaz Goyen, de 73 años, Dolores Itúrbide Ayesa, de 72, y Amalio Alcuaz Sola, se acercaron hasta la iglesia de Santa María de Ujué.

Con este viaje, según cuenta el presidente de la Asociación de Amigos de Ujué, Mikel Burgui Jiménez, es la cuarta vez en poco más de medio siglo que la Virgen va a Pamplona y la sexta vez que sale de Ujué en 62 años.